Se rompió en mil astillas de plata
El espejo, y en él –la mirada.
¡Las ánades –las ánades mías
Vuelan a casa!
Me cayó de la nubosa altura
Justo sobre el pecho –una pluma.
Hoy en mis sueños yo repartía
Plata menuda.
Un estruendo de plata –estentóreo.
En plata yo –¡habré de cantar!
¡Criatura mía! ¡Pequeño ánade!
¿No te aflige volar?
Iré, mas sin manifestarme
Ni frente a mis parientes ni a mi madre.
Iré y me quedaré en la iglesia de pie,
Y a los santos suplicaré
Por el pequeño ánade.
1 de marzo de 1916
Yo voy con paso sutil
–Señal de conciencia limpia–
Yo voy con paso sutil
Y una fuerte melodía–
Dios a mí me fue a poner
En medio de la ancha tierra.
Eres ave, no mujer,
Y por eso –canta y vuela.
1 de noviembre de 1918
Del ciclo: “Escitas”
(Poema 2: Canción de cuna)
Como por la azul estepa
Y del arado de estrellas
Directo a tu frente...
–Duerme,
El azul suavizando en almohadas.
No soples –respira,
No veas y mira.
Cadabra tripete,
Luñita dorada.
Como por un bastón lisonjero
Rociando abalorios de rocío
Van paseándose los dedos...
El paso –suavizando en almohadas.
Yace –y no te muevas,
Y no estalles –tiembla.
Tripete trapío,
Luñita rojada.
Como desde el mar, del Caspio
–de un azul impermeable,
Silbó una flecha del carcaj...
–(Duerme,
La muerte suavizando en almohadas)...
Atrápalo –no lo toques,
Húndete –no te evapores.
Retruque y tripete,
Luñita amorada.
13 de febrero de 1923 |
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Del ciclo: “El alumno”
(Poema 6)
Todo el esplendor
De las chimeneas –no es sino un murmullo
De la yerba –frente a Ti.
Todo el esplendor
De las tempestades –no es sino un gorjeo
De pájaros –frente a Ti.
Todo el esplendor
De las alas –no es sino un temblor
De párpados –frente a Ti.
23 de abril de 1921
Del ciclo:
“Montones de nieve”
(Poema 7)
Lo arrullaba
Lo hechizaba
De un lado a otro
Lo encauzaba.
Para que nadie
Porque de nadie
Porque en las vísperas
Allende el ícono:
Las piedras –fuego
Huracán –hechicero–
Sobre el poder
El arrullo de Dios.
Te cucú-aba
Te extrañaba.
Para que por mi fama
Remontaras montañas.
Para que por mi esmero–
Remontases torrentes.
El primero, el tercero,
Ahora y siempre...
Porque mi izquierda–
Débil beneficiara
Para que nadie
Porque de nadie...
Me asombrhartaba
Lo enruiseñoreaba
De un sitio al otro
Al Edén –lo anunciaba.
(Porque por mi zalema
Sean todos los pájaros tuyos...)
Al Edén de quién sabe quién
Al Paraíso persa...
En salud y en dolor
Dame –¡de mano propia!
Adiós –¡a los encuentros!
Hola –¡a la separación!
10 de marzo de 1922 |