Berlín, 12 de febrero. La actriz francesa Juliette Binoche llegó a la Berlinale para la presentación de la película Camille Claudel, 1915, de Bruno Dumont, en la cual interpreta a la escultora francesa, colaboradora y amante del artista Auguste Rodin.

Camille Claudel, 1915, que compite por el Oso de Oro, se centra en la etapa posterior a la relación con Rodin. La cinta fue hecha pensando en Juliette Binoche, explicó el cineasta en conferencia de prensa.

Dijo que cuando leyó el diario de la artista y la correspondencia supo que sólo Binoche podría interpretar ese papel.

“Para mi Juliette es Camille; incluso físicamente son parecidas. Podría haber sido 1913 (es el año en que ingresaron a Claudel en el hospital de Montdevergues) en lugar de 1915; además, la edad de Claudel en la época de su vida en la que la presento coincide con la de Juliette.

La película podría haber sido un documental para desvelar el misterio del sufrimiento mental de Camille, para quien la vida era volver a hacer lo que le gustaba, como pintar o esculpir. Deseaba salir del hospital de salud mental, pues nunca aceptó estar encerrada, comentó Dumont.

Estuvo internada los últimos 30 años de su vida. Durante esa época prácticamente sólo recibió la visita de su hermano Paul Claudel. Su padre había muerto en 1913.

Binoche, por su parte, dijo que leyó todos los libros que hay sobre la vida de Camille Claudel para entender el alma y el sufrimiento de esa mujer. Interpretar a la escultora fue un reto.

Las locaciones del filme fueron en una institución siquiátrica; los actores, no profesionales, eran pacientes de esa institución. Se realizaron castings y se escogió al grupo que participaría con el consentimiento de sus familias.

Side Effects

También se presentó en competencia Side Effects, del cineasta estadunidense Steven Soderbergh. La película es protagonizada por Jude Law, Catherine Zeta-Jones y Rooney Mara.

Se trata de un thriller centrado en abuso de antidepresivos.

Por otro lado, se presentó la más reciente película del realizador iraní Jafar Panahi, como un homenaje que le dedica la Berlinale.

Panahi cumple una condena de 20 años sin poder hacer cine, ofrecer entrevistas ni salir de Irán. Su más reciente película, Pardé (Closed Curtain), compite por el Oso de Oro.

Naturalmente lamentamos que Jafar Panahi no pueda estar aquí, pero nos alegramos de que el codirector y la protagonista de la película puedan representarlo, explicó una portavoz del festival.

El gobierno alemán informó el lunes que se pidió a Teherán que permitiera viajar a Panahi al pacífico y tolerante certamen. Hace dos años, el realizador había sido invitado a formar parte del jurado oficial, pero no le fue permitido salir de Irán.

La presentación de Pardé, que Panahi protagoniza y codirige con Kamboziya Partovi, es una de las más esperadas de esta edición 63 de la Berlinale. En ella refleja las vidas fantasmas de dos presuntos fugitivos ocultos en una apartada, en la que mantienen las ventanas cerradas.

Por el momento, se desconoce cómo Panahi logró filmar la cinta, aunque en 2011 ya sorprendió con el documental Esta no es una película.

De evidente contenido autobiográfico, el filme constituye, en opinión de muchas pesonas, una serie de ensoñaciones del realizador iraní privado de su libertad desde marzo de 2010.

(Con información de Dpa)