La veterana Belem Guerrero, lejos de su mejor nivel
Lunes 11 de febrero de 2013, p. 6
El ciclismo ha dado dos oportunidades a Ramón Aguirre porque algo grande se avecina. Ganó recientemente dos medallas, oro y bronce panamericanos, después de sufrir una caída que hace cuatro años lo tuvo al borde de la muerte.
Aguirre platica como si fuera ayer lo que sucedió ese 21 de junio en una Vuelta en Lagos de Moreno, Jalisco, su tierra natal, en la celebración del Día del Padre.
En el trayecto con el pelotón y a la velocidad que alcanzaba Ramón salió volando y cayó de espaldas. La cabeza pegó en seco con una piedra. Fue de tal magnitud el golpe que su cascó se rompió, empezó a convulsionarse y perdió el conocimiento. Todo fue muy rápido y le contaron que durante el traslado, como no se contaba con los aparatos para hacerle una cirugía y mantenerlo con vida, debieron llevarlo a León, Guanajuato.
Estuvo hospitalizado y 10 horas en coma. Despertó y en 17 días comenzó la rehabilitación: recuperar el movimiento del lado derecho que estaba paralizado, el habla, la vista y la memoria.
Ahora sonríe porque asegura que ese fue un jalón de orejas que me dio el Señor para recomponer el camino
. En septiembre estaba como nuevo y subió a la bicicleta, esa fiel compañera con la que comparte derrotas y tristezas, triunfos y alegrías, como las que pasó recientemente con las preseas de oro y bronce que logró en la prueba madison al lado de Diego Yépez y con el equipo de persecución en el velódromo del Centro Nacional de Desarrollo Deportivo y Alto Rendimiento.
Ramón Aguirre, delgado y de estatura media, originario de Jalisco, de 24 años, 13 en el ciclismo de ruta (con el equipo Canel’s Turbo) y pista, relata que, después de esa caída, a los cinco meses vinieron muchos logros
al ganar la Vuelta de Chiapas en la categoría Sub 23 y quinto clasificado general, el récord nacional de persecución (4.28) que luego le quitaron por un segundo y ahora las dos medallas continentales.
En estos momentos desea que esos resultados se conviertan en más apoyos y patrocinios, porque sabe que la inversión para un ciclista es cara y como dejó los estudios para dedicarse por tiempo completo al deporte del pedal, le gustaría en este ciclo llegar a sus primeros Juegos Olímpicos, en Río de Janeiro 2016.
En el cierre del Panamericano, dos veteranas y medallistas olímpicas, Belem Guerrero, de México, y María Luisa Calle, de Colombia, sacaron brillo al óvalo de madera techado, aunque lejos del nivel que mostraron hace tiempo.
Guerrero, quien hace unos meses retornó a las competencias, participó con invitación y terminó entre las mejores del continente, donde las cubanas siguen ejerciendo su dominio con el triunfo de Yudelmis Domínguez sobre Calle y la venezolana Daniely García, plata y bronce en la carrera por puntos, en la que otra mexicana, Mayra del Rocío Rocha, terminó sexta tras una caída.