En otros países apoyan; aquí llega un montón de gente a pedir dinero
: Nacho Pineda
Hacemos lo mejor que podemos y nos tratan como delincuentes
, dijo Eduardo Serrano, de Ruta 61
Reaccionan ante pretensión del Invea de aplicarles criterios de establecimientos comerciales
Sábado 9 de febrero de 2013, p. 8
El miércoles pasado, representantes de algunos foros culturales de la ciudad de México se reunieron para alzar la voz ante el maltrato y acoso
que sufren de las autoridades capitalinas, que los considera establecimientos comerciales y no espacios culturales. De manera específica reaccionaron contra las medidas que les quiere aplicar el Instituto de Verificación Administrativa del Distrito Federal (Invea-DF), organismo encargado de revisar las condiciones de los establecimientos mercantiles y uso de suelo.
Ignacio Pineda, del Multiforo Cultural Alicia, dijo: En diferentes países se apoya a los foros culturales con becas, presupuesto y facilidades para otorgarles permisos, aquí en la ciudad de México es al revés llega un montón de gente a pedir dinero para no clausurar el lugar
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Además de Pineda en la reunión participaron: Juan José Rodríguez, Fernando García y Eva Sánchez, del Dadá X; Tati y Ernesto, de Gato Calavera; Carlos también, de El Alicia; Claudia y Héctor, del Instituto Lou Andreas Salomé; Claudio Andaluz, del Foro Cultural Hilvana, y Eduardo Serrano, de Ruta 61. Además contaron con el apoyo moral de Espacio 246, El Bizarro y La Caracola.
No ven la labor que hacemos
Eduardo Serrano, representante de Ruta 61, lugar que apenas el pasado miércoles reabrió después de siete meses de clausura, dijo: Si hacemos las cosas de la mejor manera posible para acercar cultura a la gente, ¿por qué las autoridades nos tratan como si fuéramos delincuentes?
Sobre por qué no se aplica a los foros culturales los mismos criterios para los establecimientos comerciales, Serrano opinó: Nadie ha puesto la atención necesaria. No se dan cuenta de la labor que hacemos; es tan sencillo como que la Comisión de Cultura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y la Secretaría de Cultura del gobierno capitalino analicen lo que estamos haciendo y resuelva nuestro caso
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Ignacio Pineda complementa: “Pero ambas instancias nos ven con desprecio. Desdeñan la cultura que se genera en la ciudad de México, a sus artistas y a sus promotores.
“Cuando los verificadores nos piden todos sus requerimientos, como tener un espacio más grande, estacionamiento, cierto tipo de paredes y no exceder ciertos decibeles, lo que realmente nos dicen es: ‘Queremos otro tipo de público; tu público pobre no nos gusta’. Piden requerimientos como si fuera ciudad de primer mundo, cuando somos una sociedad económica de tercer mundo. La ciudad de México es de pobres y ese es el público.
“Estamos de acuerdo con Miguel Ángel Mancera en que los lugares deben ser más cómodos y con las mejores condiciones; no queremos que sucedan accidentes como el del Lobohombo o el News Divine. Pero pedimos al doctor Mancera que otorgue espacios a la comunidad cultural; hay una enorme cantidad de lugares abandonados en toda la ciudad y acondicionarlos representaría un costo económico muy bajo, mientras los beneficios serían muchos, incluso para el gobierno de la ciudad, porque la actividad artística es muy amplia: músicos, performeros, teatreros, bailarines, cineastas y artistas plásticos, entre otros. Si nos otorgan estos espacios, se generaría un movimiento cultural impresionante en la ciudad de México.”
Para Pineda, cada vez que se cierra un espacio la lectura que se da es que Mancera no cree en la cultura independiente de la ciudad. Desprecia a los jóvenes artistas de la ciudad que gobierna
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Como ejemplo, Eduardo Serrano puso el caso de los siete meses que permaneció clausurado Ruta 61: “Se convirtió en un lugar diferente respecto de los establecimientos de la colonia Condesa y Roma, donde todos pueden entrar con un ambiente tranquilo.
“Hemos presentado a algunos de los músicos más importantes de la ciudad de Chicago, con un costo accesible para el público, pero por la apreciación de un verificador nos clausuró. Logramos abrir después de siete meses, gastamos los ahorros, y por lo pronto no podemos continuar con la labor cultural de traer músicos, porque gastamos todo para la reapertura.
“En estos siete meses le quitamos el trabajo a los músicos mexicanos de blues que se presentaban regularmente, así como a los integrantes de nuestro staff... en fin, mucha gente se quedó sin el trabajo que le daba Ruta 61. La ley debería ser más justa para tratarnos de forma diferente, porque no somos foros grandes ni grandes consorcios: somos gente independiente, que trabajamos con nuestros recursos y hacemos una labor cultural que nadie hace en el Gobierno del Distrito Federal.”
Serrano agregó: El proceso administrativo que hicimos en el Invea fue una pesadilla, por su burocracia y eso que contábamos con la documentación adecuada para seguir operando. Hicimos las cosas correctamente, porque no quisimos entrar a la corrupción, aunque hubiera sido más fácil arreglarlo. La ley debería enfocarse en ayudar, no en joder
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Por su parte, Juan José Rodríguez opinó: Lo mejor sería que existiera una especie de preverificación, para librar una posible clausura. Al Dadá X lo han cerrado dos veces, y sí le hemos entrado a la corrupción para volver a funcionar. Desgraciadamente así funciona el sistema. Con esta preverificación nos señalarían posibles deficiencias, las solucionaríamos y así evitaríamos la clausura
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