Culiacán, Sin., 7 de febrero. Los restos de Julia Pastrana, quien vivió en el siglo XIX y fue exhibida por el mundo como la mujer mono, serán repatriados de Noruega a México el 11 de febrero e inhumados un día después en el panteón de Ocoroni, en el municipio de Sinaloa, donde nació en 1834, informó María Luisa Miranda Monreal, directora del Instituto Sinaloense de Cultura.

Ella padeció hipertricosis lanuguinosa con hiperplasia gingival, enfermedad que le cubrió de vello rostro y cuerpo. Cuando murió, en 1860, su cadáver fue momificado para estudiarlo y permaneció en el Centro de Ciencias Médicas Básicas de la Universidad de Oslo.

Miranda Monreal dijo que la artista mexicana Laura Anderson, quien vivió en la capital noruega, solicitó a la Universidad de Oslo repatriar los restos para dignificar a esta mujer, y la institución los cedió a condición de que nunca sean exhibidos.

Los investigadores Ramón Mimeaga y Gilberto López Alanís documentaron en su momento que Julia Pastrana hablaba tres idiomas, cantaba, bailaba, se casó con un inglés y tuvo un hijo que falleció a poco tiempo de nacido. Ella medía 1.37 metros y por su apariencia fue exhibida como fenómeno de circo en Europa.

López Alanís, director de archivo histórico del estado, dijo que lamentablemente Pastrana sufrió maltrato y su cuerpo fue usado como mercancía. “La explotaron y, en las condiciones actuales, tiene pertinencia tratar ese tema.”

Saúl Rubio, alcalde de Sinaloa, informó que los restos llegarán a esta entidad el 11 de febrero, donde recibirán un homenaje y luego serán inhumados en una ceremonia programada para el día siguiente, con la presencia del gobernador Mario López Valdez y los embajadores de Noruega en México y el de este país en Oslo. El ataúd será ahogado en concreto para evitar su robo.

Esta mujer, dijo, fue víctima de trata; su caso no es motivo de orgullo, sino de vergüenza.