Viernes 8 de febrero de 2013, p. 38
Al presentarse como aspirante a la rectoría de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) en 2010, María Esther Orozco dijo ser maestra y doctora en ciencias, con especialidad en biología molecular, sin haber registrado ante la Secretaría de Seguridad Pública (SEP) dichos grados académicos, toda vez que para hacerlo la Dirección General de Profesiones (DGP) fija como requisito presentar copias de la cédula profesional de la licenciatura o maestría, según sea el caso; sin embargo, dichos documentos le fueron expedidos apenas en 2012.
La DGP tiene registradas tres cédulas profesionales a nombre de Orozco Orozco con los números 7851903, 7873230 y 7873231 para sus estudios de licenciatura, maestría y doctorado, respectivamente, todas expedidas el año pasado, se informa en la página web de dicha instancia.
La historiadora María de los Ángeles Magdaleno Cárdenas y el académico de la UACM Javier Gutiérrez Marmolejo señalaron que Esther Orozco ocupa el cargo de rectora de la UACM de manera ilegal, pues uno de los requisitos para acceder a dicho puesto es tener grado de maestría y cuando lo asumió ni siquiera contaba con el título de licenciatura, el cual le fue expedido por la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) el 26 de septiembre de 2012.
Lo anterior, señalaron, demuestra que es responsable del delito de usurpación de profesiones, lo que amerita su renuncia inmediata y la devolución de todos los ingresos económicos que percibió como rectora
, los cuales podrían ser utilizados para becas para alumnos de la UACM.
En conferencia de prensa, manifestaron que la información sobre el título profesional de la rectora, el cual le fue expedido hace tres meses, será entregada hoy a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal como otra prueba de la denuncia que interpusieron por dicho ilícito. También cuestionaron que la UACH y el Cinvestav hayan solapado
la actuación de Esther Orozco.
Afirmaron que la rectora de la UACM violó la ley reglamentaria del artículo quinto constitucional, que incluye las profesiones de químico y bacteriólogo, que ella estudió, como las que requieren de título para su ejercicio. El simple hecho de ostentarse como licenciada es ejercer, pero además, agregaron, ha manipulado genes y proteínas en el laboratorio de infectómicas que dirigía en el Cinvestav y ha registrado, junto con otros científicos, una patente ante la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial, con el objeto de lucrar
.
Los investigadores señalaron que el fraude académico
de la rectora abarca también el ámbito laboral, pues en su currículo afirma que fue profesora en la UACH, entre 1970 y 1975, pero la misma universidad informó en el oficio UIUACh-AC, que no se encontró registro alguno de que se haya desempeñado como docente en esta institución
.