Para frenar el abandono de los ca­fetos y promover un cambio en la política hacia dicho sector, caficultores de los 12 estados productores –entre ellos Veracruz, Puebla, San Luis Potosí, Hidalgo y Chiapas– constituirán una cooperativa nacional para acopiar la producción y otorgar mejores precios a los productores; la meta es acopiar un millón de sacos, pero iniciaremos paulatinamente, expresó Javier Galván, de la Unión Nacional de Organizaciones Rurales Campesinas Autónomas (Unorca).

A partir de la última semana de enero, los productores iniciaron reuniones estatales en Oa­­­­xaca, las cuales proseguirán en Córdoba, Veracruz, Chiapas, Puebla, Guerrero y Colima para constituir los consejos estatales y regionales, base de la cooperativa nacional.

Javier Galván precisó que los precios internacionales del café han bajado debido a que Colombia y Brasil recuperaron su producción, lo cual no fue previsto por las autoridades. En octubre el precio estaba en 170 dólares por quintal (saco de 60 kilos), en diciembre bajó a 150 y ahora está en 137 dólares.

“Esta situación está inquietando a los productores, pues ellos no bajan uno o dos pesos sino mucho más; en Chiapas, por ejemplo, el café robusta estaba 16.30 pesos el kilo y ahora pagan 13.60 por kilo.

“Las organizaciones cafetaleras no podemos competir con los acaparadores ante la falta de apoyo de las autoridades para acopiar y comercializar; necesitamos capital de trabajo, dijo.

Explicó que el Consejo Mexicano de Organizaciones de Productores de Café –conformado por ocho organizaciones campesinas nacionales y 11 consejos estatales– se están esforzando para tener algo de capital para iniciar las compras del grano que garanticen a los productores una ganancia mínima. Queremos que los precios del campo se mejoren. Los comercializadores no lo han hecho, a pesar de que reciben recursos públicos para la cobertura de precios. Por eso hablamos de una nueva política pública para el café.

Zoelio Jaimes, dirigente de productores del grano aromático en Guerrero, apuntó que en la entidad se abandonaron más de 22 mil hectáreas de cafetos por la falta de una política más definida para el sector.

La situación está muy complicada, sólo quedan 20 mil de las 52 mil hectáreas de cafetos en la entidad, pues a los campesinos les pagan a 12 pesos el kilo de café capulín y 24 pesos por kilo del pergamino, mientras los comercializadores ganan más de 3 mil pesos por los precios al consumidor.

Macario Hernández, productor en Hidalgo, apuntó que en la región de la Huasteca –incluyendo San Luis Potosí y Veracruz– el coyotaje ha minado a la caficultura; en la región, 90 por ciento de los campesinos han abandonado dicha actividad por la falta de mayores apoyos para renovar cafetos, realizar labores de limpieza, entre otras actividades que requiere el cultivo. Sólo quedan 5 mil productores.