Definida como el arte de disecar animales para conservarlos con apariencia de vivos, la taxidermia es para muchos un pasatiempo pasional y leitmotiv de coleccionistas y cazadores que no tienen límite en la recolección de piezas.

Tal es el caso de la impactante colección que se exhibe en la agencia de Insurgentes Sur de la empresa Autofin, donde las personas que acuden atraídas por la compra de un automóvil se topan con especies que, incluso, no se encuentran en el Museo de Historia Natural.

Fauna de nuestro planeta sin peligro de extinción se titula la colección de 77 piezas que Francisco Bautista obsequió –según comentó un empleado de dicha agencia que pidió el anonimato– a su amigo Juan Antonio Hernández, dueño del Grupo Autofin, quien se inició como vendedor en una agencia de Volkswagen en los años 70 y ahora es dueño de un grupo integrado por más de 60 empresas que se agrupan en los rubros de autofinanciamiento automotriz e inmobiliario, así como de productos, servicios y bancario.

En el muestrario se pueden encontrar ejemplares de venados de cola blanca, bura y axis; gamo, caribú, uapití, gacela mongala, berrendo, elan de Patterson, jaguar, leopardos, diversos antílopes, león africano, gamuza balcánica, ñus azul y cola blanca, ciervo sica, osos pardo, grizzly y polar, así como impala del sur, bisonte americano, buey almizclero y gacela de Grant, entre otros.

Cada una de las piezas tiene cédula de identificación con sus nombres común y científico, país de origen y características principales. Es una colección que cualquier recinto dedicado al estudio de la naturaleza envidiaría, pues reunir esos ejemplares implica costos muy elevados; por ejemplo, los permisos de caza en algunos países de donde son originarias las piezas pueden llegar a miles de dólares, sin contar el proceso de taxidermia, que en el caso de un elan de Patterson puede ser, en montaje de pecho (como muchos de los expuestos), de unos 9 mil pesos, mientras un antílope, según constató La Jornada con un taxidermista profesional, unos 3 mil 500.

En la taxidermia en mamíferos se extrae, con ayuda de un cuchillo muy afilado, la piel en una sola pieza. Para ello se hace un corte en la parte trasera del animal con la finalidad de que en la obra terminada no se noten las costuras y se conserve el atractivo. Se pueden hacer más cortes en las áreas de mayor pelaje, ya que quedan ocultos.

En las piezas que forman la colección, expuesta en Insurgentes Sur 1235, colonia Extremadura Insurgentes, se nota el cuidadoso trabajo de embalsamamiento. Se exhibirá de manera permanente en Mundo Imperial, otra de las sucursales del grupo, ubicada en Acapulco.