Pone la Unidad de Fiscalización en mal al instituto: Molinar
Domingo 3 de febrero de 2013, p. 10
El PAN demandó que los actuales integrantes del Instituto Federal Electoral (IFE)) actúen a la altura del prestigio y trayectoria que históricamente ha tenido esta institución y modifiquen el dictamen de la Unidad de Fiscalización, el cual afirma que el PRI no rebasó los topes de gasto de campaña para la elección presidencial y en cambio sí lo hizo la coalición Movimiento Progresista.
Señaló que la propuesta de la Unidad de Fiscalización (UF) ha sido motivo de escarnio y burla pública, pues cualquier persona que haya observado las campañas sabe muy bien que el partido que más gastó en las elecciones de 2012 fue el PRI.
Solamente un esfuerzo enorme por recurrir a estudios contables, que no están validados por las normas, podría afirmar lo contrario, subrayó.
Por conducto de su vocero Juan Molinar resaltó que dictámenes recientes de la UF y los votos de cinco consejeros electorales sobre el caso Monex, no corresponden con la historia del IFE, y en cambio, ponen en riesgo la institución.
Eso lo deben valorar los integrantes del Consejo General del IFE y por ello consideró adecuado que este organismo se haya dado una pausa para discutir sobre los gastos de campaña de 2012, situación que se negó para el tema de Monex cuando había razones para hacer algo semejante, añadió.
Comparó la actuación de dicha Unidad de Fiscalización del IFE con la de la anterior comisión encargada de vigilar y auditar los gastos de los partidos políticos, y dijo que el comportamiento de la primera pone en mal sitio al instituto.
Con menos facultades para vigilar, la Comisión de Fiscalización actuaba con mayor claridad que la Unidad de Fiscalización, la cual tiene mayores atribuciones pero no las quiere ejercer o lo hace de manera que termina exonerando indebidamente al partido en el gobierno, agregó.
Por último dijo que en el IFE se están registrando actuaciones que recuerdan al viejo régimen, al referir que el PRI rechazó en el Congreso invitar a los consejeros electorales a una reunión de trabajo, de manera que ese partido tapa a los integrantes del órgano electoral y estos, por su lado, tapan al tricolor.