Se oyó un estallido y salió humo blanco; fue como una demolición
Ojalá ya reanuden labores; ellos son los clientes principales
Domingo 3 de febrero de 2013, p. 4
Sólo sentí como viento que movió las prendas colgadas. Escuche una explosión y vi cómo se rompió uno de los grandes vidrios del edificio de Pemex. Inmediatamente salió humo blanco, pero no había olor a gas ni a quemado. Habla Julieta Contreras, empleada de Tintorelia, una tintorería localizada en la calle Bahía de San Hipólito, a un costado de la torre ejecutiva de la paraestatal.
“Estaba en el mostrador atendiendo a un cliente cuando se oyó un fuerte estruendo; inmediatamente el señor me aventó los billetes y salió corriendo. Obviamente, yo me salí atrás de él, porque quise saber qué pasó, y luego vi el humo. Se escuchó un golpe seco y se veía mucho polvo. No había olor a gas
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Algo que llamó la atención fue que no salió humo negro, como cuando hay un incendio. Era blanco, como cuando hay una demolición de un edificio y ves puro polvo.
De ahí comenzó lo demás: los gritos las carreras, y entonces la gente empezó a tomar fotos de lo que había pasado en la torre de Pemex. Poco más tarde llegaron los policías y soldados que empezaron a acordonar la zona
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Julieta Contreras se mostró preocupada porque ahora se vienen los problemas; sobre todo para los dueños del negocio, porque las rentas corren. Creo que las ventas han bajado en 100 por ciento. En la tintorería recibo 300 o 400 piezas a diario, y ayer sólo hubo 10
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Indicó que desconfía de las versiones de las autoridades; sólo hablo de lo que vi. Estaba acomodando la ropa cuando sentí como un viento que empezó a mover las prendas colgadas, y luego se llenaron de tierra
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Una trabajadora de un Oxxo –sólo se identificó como Lisbeth–, también localizado a un costado de la sede de Pemex, afirmó: “eran como las 15:50 horas cuando se escuchó algo así como una explosión; salió mucho humo y al mismo tiempo retumbó el piso. Luego empezamos a ver a toda la gente que empezaba a salir del edificio. Escuché sólo una explosión, pero hay gente que dice que fueron dos. Entonces empezó a salir una nube blanca.
“Al principio creí que algo se les había caído. Primero dijeron que se estaba quemando el edificio, pero algo que sí sentí es como si hubiera pasado un camión muy pesado que movió el piso.
Juana Carvajal Juárez, empleada de la pastelería Arlequín, señaló que la principal preocupación es el descenso de 90 por ciento en las ventas, por lo que confió en que realmente se reanuden las labores el próximo martes en el edificio de Pemex, porque nuestras entradas dependen del consumo de los trabajadores de esa empresa
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En la parte trasera de la torre de la paraestatal se mantiene un vehículo del Ejército con equipo especializado en detonar explosivos, y al menos cinco binomios de perros guía, los cuales se turnan para rastrear la zona afectada.