Domingo 3 de febrero de 2013, p. 28
Monterrey, NL. Ambientalistas y vecinos de la localidad Higueras de este municipio capitalino exigieron a las autoridades federales y estatales impedir que la empresa pedrera Matrimar opere en la Sierra de Picachos, pues a pesar de que supuestamente no cuenta con permiso, ya desmontó una brecha de más de cinco kilómetros para entrar con camiones y maquinaria pesada al sitio donde pretende extraer material de construcción. Violeta Montemayor Villareal, presidenta de la Asociación Ecológica de la Sierra de Picachos AC y habitante de Higueras, de mil 500 habitantes, expresó que dicha montaña con sus 75 mil 852.55 hectáreas, constituye el área natural protegida más grande de Nuevo León, y por su ubicación geográfica constituye un escudo natural de protección ante los frentes fríos para la zona metropolitana de Monterrey. Ese patrimonio local y nacional
está en riesgo de sufrir uno de los peores daños ecológicos de este siglo. De operar la empresa, explicó, detonaría dinamita y para el triturado de la piedra produciría una nube de polvo que podría diseminarse 10 kilómetros a la redonda. Llamó a la población de la zona metropolitana a sumarse en la defensa de la Sierra de Picachos, pues representa un ecosistema que limpia y purifica el aire y el agua que dan vida a cuatro millones de habitantes. Si no se frena el proyecto, en lugar de aire puro que llega de la Sierra de Picachos, Monterrey recibirá polvo, advirtió.