La inseguridad lesiona la producción
Jueves 31 de enero de 2013, p. 45
La Asociación Mexicana de Engordadores de Ganado Bovino asentó que ante la contracción en la disponibilidad de becerros para engorda, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) debe ampliar el programa de respaldo para los pequeños ganaderos y, a la brevedad, entregar los recursos destinados.
El panorama para este año es difícil para las 467 empresas de los 21 estados dedicadas a la engorda, las cuales aportan 3.21 millones de toneladas equivalentes a 50 por ciento de la oferta nacional y generan 1.2 millones de empleos directos e indirectos, expusieron Álvaro Ley López, presidente de la AMEG y Enrique López, director general de dicha agrupación.
Por la baja disponibilidad del hato, el kilogramo de becerro en pie pasó de 18 a 33 pesos, cifra que se suma a los elevados precios de los insumos para la alimentación del ganado, explicaron en la conferencia de prensa donde anunciaron la realización del Congreso Internacional de la Carne, que se llevará a cabo la segunda semana de febrero.
Ley López afirmó que la ganadería requiere mayores líneas de fomento a la producción, ya que en la mayoría de los ranchos tienen 28 cabezas de ganado y generan siete becerros al año; el objetivo, dijo, es mejorar el indicador y contrarrestar el exceso de intermediarismo en la fase primaria de la producción. Explicó que la baja disponibilidad de ganado es producto del sacrificio de al menos un millón de cabezas –según datos oficiales de Sagarpa–, debido a la sequía del año pasado. El exceso de matanza de vacas provocó un desabasto en los corrales de engorda, y ello generó un incremento de 70 por ciento en los costos de los becerros. Estamos haciendo esfuerzos para que los precios al consumidor no se eleven
.
En cambio, el panorama para la producción de carne de borrego es más alentador. Juan de Dios Arteaga Castelán, presidente de la Unión Nacional de Ovinocultores (UNO), apuntó que luego de tres lustros de trabajo intenso, los productores están listos para pasar de la etapa de ahorro familiar y de autoconsumo de borrego a la de engorda.
El borrego no es sólo barbacoa. Hay un nicho de mercado especializado al cual se puede incursionar, pues ya se cuenta con infraestructura de rastros tipo inspección federal y marcas propias para la comercialización de ovino. Se ha mejorado la productividad y ha avanzado en la genética
, puntualizó.
Dijo que en 15 años, la producción pasó de 8 millones a 56 millones de toneladas, aunque aún se debe lidiar con la inseguridad, que ha provocado el abandono de los ranchos, sequía y una situación económica similar a la de 1994 y 1995. Los productores tienen esperanza de que los tiempos de crisis van a cambiar, pues hay potencial para una ovinocultura próspera.