La protección de la salud sexual y reproductiva de los adolescentes es un asunto pendiente en el país, aseguró Josué León, especialista en medicina farmacéutica del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Prueba de lo anterior es que aunque 90 por ciento de los jóvenes conoce los métodos anticonceptivos, más de la mitad tuvo su primera relación sexual sin protección.

Tampoco cuentan con información puntual sobre los lugares donde pueden obtener esos insumos para evitar embarazos no planeados e infecciones de transmisión sexual. De ahí la problemática del embarazo adolescente, que representa 17 por ciento del total en el país.

En conferencia de prensa, el experto resaltó que los embarazos en jóvenes menores de 19 años representan un riesgo de muerte del doble con respecto a las mujeres adultas. Esa es una entre otras razones, por las que se le considera como un problema de salud pública.

Otro dato revelador de la desprotección en que se encuentra la población de 12 a 19 años de edad, es que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012, más de una tercera parte de personas de este grupo poblacional tiene vida sexual activa, pero no utilizan algún método anticonceptivo.

Un dato más es que la mitad de las jóvenes con vida sexual activa ha tenido, al menos, un embarazo.

León llamó la atención sobre la importancia de fortalecer las acciones encaminadas a garantizar el acceso a la información y a los insumos que permitan a la población en general, y a los adolescentes, en particular, ejercer su sexualidad de manera plena y responsable.

También comentó que la Organización Mundial de la Salud ha planteado iniciativas de prevención, que incluye actividades que incorporan a los padres.

Además de la carencia de servicios médicos amigables para los adolescentes, denunciado en múltiples ocasiones por organizaciones civiles, está la información sobre la cobertura de anticonceptivos.

A nivel nacional es de 72.5 por ciento para las mujeres en edad fértil, pero entre las adolescentes de 15 a 19 años que viven en pareja el indicador llega apenas a 44.7 por ciento, de acuerdo con los datos más recientes aportados por la Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica (Enadid) 2009.

Académicas y activistas por los derechos sexuales y reproductivos también han advertido que la estadísticas sobre la cobertura de métodos de planificación familia resulta insuficiente, pues no toma en cuenta a los jóvenes que sin vivir en pareja o casados, ejercen su sexualidad y de igual forma, pueden tener embarazos no deseados o adquirir infecciones de transmisión sexual.