La Comisión de Relaciones Exteriores, Defensa Nacional y Educación Pública de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión desechó ayer solicitar a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) un informe detallado sobre la seguridad del Boeing 787 que será utilizado como avión presidencial y pedir que suspenda el proceso de compra de la aeronave a la empresa Boeing Commercial Airplanes. Los integrantes de este cuerpo legislativo consideraron prudente esperar los dictámenes de la autoridad competente en Estados Unidos –país de origen del fabricante– y posteriormente de las mexicanas encargadas de la seguridad del presidente Enrique Peña Nieto, y así resolver si continúa o no la compra del avión 787. Además, alertaron que resulta indispensable esperar el dictamen estadunidense para que en caso de no cumplir con los requisitos que el Estado mexicano estipuló en el contrato de compraventa se pueda proceder a su posible cancelación sin ser sujetos de aplicación de la cláusula por incumplimiento.