Sólo dijo que había deportistas de todo tipo entre sus clientes
Tampoco reveló quién está detrás de los códigos en bolsas de sangre
Miércoles 30 de enero de 2013, p. a15
Madrid, 29 de enero. No dio ningún nombre con el cual encabezar un titular, pero el polémico médico español Eufemiano Fuentes deslizó durante su declaración en el juicio de la Operación Puerto que tenía algo más que ciclistas entre sus clientes.
Había deportistas de todo tipo. Venía un ciclista, un futbolista, un tenista, un boxeador...
, admitió Fuentes, presunto líder de la famosa trama de dopaje destapada en mayo de 2006 por la Guardia Civil española.
Sin embargo, el médico de 57 años no dio el nombre de ninguno de sus clientes fuera del ciclismo, y tampoco reveló quién está detrás de los códigos o alias en clave con los que estaban marcadas las 200 bolsas de sangre que se le incautaron en la redada de hace casi siete años.
Con voz tranquila, sin perder nunca la compostura y siempre de pie, Fuentes contestó durante más de tres horas a las preguntas de la fiscalía y la abogacía del Estado, que se ciñeron a determinar si las prácticas del médico, quien admitió realizar transfusiones de sangre, eran un delito contra la salud. En 2006, cuando fue detenido, el dopaje no estaba penado en España, donde la ley sobre la materia se aprobó a fines de ese año.
Fuentes se negó a contestar a las preguntas de las acusaciones particulares que la representación de la Federación Española de Ciclismo (RFEC), de la Unión Ciclista Internacional (UCI), de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) o del Comité Olímpico Italiano tienen interés en saber qué se esconde tras los códigos secretos, la jerga interceptada en las escuchas o los símbolos encontrados entre sus papeles.
Ni una palabra sobre quiénes o qué es Búfalo, Birillo, Obelix, Siberia, la pizzería o los que están guerra. Algunas de esas identidades o sinónimos fueron deducidos por los investigadores de la trama y publicados en la prensa, pero nunca hubo una confirmación del médico.
¿Por qué utilizaba apodos?
, le preguntaron. Por comodidad
y por mantener la privacidad que le pedían sus clientes, a los que dejaba elegir su propio alias, respondió.
Más de 50 ciclistas cayeron bajo sospecha a raíz de la Operación Puerto, uno de los mayores escándalos de dopaje hasta la fecha, pero durante años se especuló con la posibilidad de que el acusado también fuera médico de otros deportistas.
Fuentes explicó que la jerga que utilizaba para hablar con colaboradores o clientes se debía a que tenía pánico a que su teléfono estuviera intervenido, pero no por la policía, sino por los periodistas.
En 2001 mi teléfono fue intervenido por la prensa. Esos hechos los denuncié, pero desde entonces siempre he pensado que estaba intervenido por los periodistas. Me quedó el miedo en el cuerpo, por eso hablaba así, por prudencia ante los medios de comunicación
, dijo.
Existe o al menos existía una libreta en la que todo adquiriría sentido, pues el acusado confesó hoy que para llevar un control de las identidades tenía una pequeña agenda de bolsillo en la que estaban todos los nombres reales asociados a sus alias o códigos, y que su socio José Luis Merino Batres, eximido del juicio por padecer Alzheimer, tenía una copia.
La jueza Julia Patricia Santamaría denegó hoy la posibilidad de acceder al ordenador particular de Fuentes, como había pedido la acusación, así que la única esperanza de los que quieren conocer a los dueños de la sangre está en obtener muestras de las bolsas, como solicitaron la AMA y la RFEC.