Anuncia acuerdo inicial con Rousseff sobre eventuales alianzas
entre Pemex y Petrobras
Domingo 27 de enero de 2013, p. 3
Santiago de Chile, 26 de enero. En su interés por conseguir para México un renovado protagonismo en el concierto internacional, el presidente Enrique Peña Nieto se aplicó hoy no sólo en numerosos encuentros bilaterales y los trabajos de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la Unión Europea (Celac-UE). También fue con los empresarios de ambas regiones para transmitirles confianza pues su gobierno será de economía abierta, promoverá el comercio mundial y será respetuoso de la propiedad privada
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Al mismo tiempo, anunció haber alcanzado un acuerdo inicial con su similar de Brasil, Dilma Rousseff, para establecer o explorar alternativas de eventuales alianzas
entre Petróleos Mexicanos y Petrobras, inicialmente sobre intercambio de tecnología y otros proyectos.
Ante todo dijo que al ser México y Brasil las dos economías más importantes de América Latina, también acordaron reconocer su trascendencia e influencia y a partir de ahí establecer una visión y objetivos compartidos
y desplegarlos en los distintos foros multilaterales.
Observadores de los encuentros por la delegación mexicana resaltaron que la empatía entre Rousseff y Peña Nieto fue notoria y de ahí surgieron iniciativas inmediatas para formar un grupo de empresarios de ambos países para explorar vías de inversión, así como realizar ambos presidentes visitas recíprocas en breve.
Primero ante empresarios –y al intervenir una vez que lo hicieron el presidente anfitrión Sebastián Piñera y la canciller alemana Angela Merkel– Peña Nieto dijo que su gobierno quiere ser facilitador de la inversión y garante
de las inversiones nacionales y extranjeras.
Para ello –y al parecer en un intento sutil por deslindarse de naciones del Cono Sur como Argentina y Bolivia– dijo que en México hay certidumbre jurídica, estabilidad económica y es un mercado abierto y confiable para hacer negocios
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Tras Peña tocó el turno al colombiano Juan Manuel Santos. Pese al anuncio de que se retiraría del salón para cumplir con otros compromisos de su agenda, Peña Nieto decidió aguardar para escuchar a su homólogo. Esto propició que llegara más de 15 minutos tarde con el presidente del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rumpoy, y con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, con quienes almorzó.
Como en todas sus exposiciones públicas y entrevistas, Peña también abordó con los inversionistas el tema de la inseguridad en México y resaltó el objetivo de su administración por garantizar seguridad a los ciudadanos.
Resaltó la suscripción del Pacto por México para establecer una agenda de trabajo que nos permita dar impulso a las acciones y reformas que logren una mayor transformación del país y acelerar su crecimiento económico y desarrollo
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Peña estuvo en una intensa ronda de encuentros bilaterales que incluyeron al canciller de Austria, Werner Faymann, y al primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho.
En todos los casos, expuso, encontró interés de sus similares europeos por formar grupos de trabajo para explorar las ventanas de oportunidad
hacia mayores intercambios comerciales, industriales y culturales.
En el caso de Portugal reconoció que, si bien su relación histórica es con Brasil, hoy tiene interés por México dada la condición que el país ofrece
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Mañana continuarán la Cumbre Celac-UE. En medio de la misma habrá una reunión de los líderes de los países latinoamericanos que integran la Alianza del Pacífico (Chile, Perú, Colombia y México) y se prevé una conferencia de prensa conjunta de los respectivos presidentes.
Peña partirá el lunes hacia Uruguay para una visita de unas siete horas. Pero desde aquí mismo llevará en el avión presidencial al que será su anfitrión, José Mujica.