En medio de gran ambiente en su casa, el Cruz Azul dio muestras de su renovado poderío con la incorporación de sus refuerzos Nicolás Bertolo y Teófilo Gutiérrez, y apabulló 4-0 al Puebla de Manuel Lapuente.

La Máquina llegó a ocho puntos, con las anotaciones de Christian Giménez, al minuto 34; de Mariano Pavone (de penal) en tiempo de compensación de la primera mitad; de Teófilo Gutiérrez, al 50, quien se estrenó en la liga mexicana, y Javier Aquino cerró la cuenta, al 61.

Los Camoteros buscaron plantarse con personalidad y generaron algunas oportunidades que DaMarcus Beasley, Luis Noriega y Félix Borja no lograron concretar. Además, los celestes tuvieron complicaciones a la defensiva frente a la habilidad de Alberto Venado Medina.

Sin embargo, las explosivas descolgadas del Chaco Giménez cortaron la inspiración a los poblanos. En un contragolpe, Bertolo recibió el esférico con el pecho, se quitó la marca de dos defensas y justo cuando iba a jalar del gatillo lo desarmó una barrida del Venado Medina.

A esas alturas, el técnico visitante no disimulaba su enojo ante la incapacidad de sus pupilos para resolver los avances, pues eran desarmados en cuanto pisaban el área rival. El técnico de la boina se quedaba pasmado, sin aliento, ante cada embestida de los anfitriones.

Tuvo razón al preocuparse, porque el vendaval quedó coronado después que Aquino condujo un avance y cedió para Gerardo Torrado, quien observó la carrera del Chaco y le envió centro medido que el argentino definió de palomita.

En el alargue del primer periodo La Máquina aumentó la cuenta. Efraín Dimayuga se colgó de las piernas de Julio César Domínguez y el silbante Arturo Ramos sin titubeos señaló la pena máxima, misma que cobró Pavone con tiro a la derecha de Alexandro Álvarez.

Los bríos del cuadro visitante pronto se esfumaron tras la reanudación, a pesar del ingreso de William Paredes y Gustavo Alustiza, pues al minuto 50 el colombiano Gutiérrez –quien entró al minuto 46 en lugar de Bertolo– decretó la goleada.

Los Cementeros impusieron condiciones ante los Camoteros, quienes no pudieron generar jugadas de verdadero peligroFoto Notimex

Teo marcó un soberbio golazo con disparo desde el borde del área grande que entró por el ángulo superior izquierdo. El colombiano alzó los brazos, se persignó agradecido por su primer tanto en la liga y recibió felicitaciones.

La fiesta se instaló en el graderío. La afición celeste brindó aplausos y vítores –como si hubiese caído otro gol– cuando Jesús Corona, quien celebró su cumpleaños 32, realizó un vistoso desvío ante disparo de Alustiza. Segundos después apareció la ola.

Lapuente se hundió en su butaca y ya no salió del banquillo; su equipo estaba desmoralizado, peor aún cuando Aquino hizo pared con Pavone y entró por el centro sin que nadie le obstaculizara el paso, para definir el 4-0.

Mostro Álvarez también celebró ayer su cumpleaños, pero le tocó la otra cara de la moneda. Por su parte, Corona casi sale en hombros tras dos soberbias atajadas en la recta final que arrancó el grito de ¡por-te-ro, por-te-ro!

No queremos un equipo así

Lapuente aseguró que el verdadero Puebla es más el que se manifestó en las tres primeras fechas del torneo que el que hoy fue avasallado por Cruz Azul. Este no es el equipo que ni los muchachos ni yo queremos, dijo.

Agregó que analizarán dónde estamos, porque si bien es cierto que peleamos por no descender, debemos asimilar lo que pasó y seguir adelante.

Consideró que venir directamente de Celaya, donde jugaron en la Copa MX, pudo afectarlos. El técnico definió la goleada: Fue una piedra enorme en el camino.

Guillermo Vázquez se declaró contento: Creo que el equipo hizo buen partido en general ante un rival que se defiende bien y tiene gente veloz en el ataque.

Reconoció que se empieza a complicar el tema de quién entra y los cambios, pero ese ya es asunto mío.