Los sones están en un horizonte de crisis y agotamiento musical, señaló el lingüista, investigador y músico Antonio García de León, durante la conferencia que ofreció hoy en el Centro Nacional de la Artes (Cenart).

En el contexto del Encuentro de Son Jarocho, en homenaje a la virgen de la Candelaria y a la memoria de Esteban Utrera, que se lleva a cabo hasta el 27 de enero, García de León ofreció la charla inaugural del programa, informó el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA).

Sin avances

Durante la sesión, el investigador explicó que los sones a finales del siglo XVIII ya estaban regionalizados, y fue a partir de los años 70, derivado de un encuentro de son jarocho en 1978, que dicha música tradicional volvió por sus fueros, pero actualmente está en una crisis cualitativa.

Subrayó que aunque hay más agrupaciones y ejecutantes, el son no ha contado con importantes avances, se ha estancado, y para desarrollar el estilo musical se necesita música escrita y no seguir enseñando de manera empírica, esa raíz es buena y está ahí, pero sólo se puede construir a partir de la música escrita, dijo.

Los artistas populares son buenos aun sin que sepan leer música, pero para dejar de girar en lo tradicional es necesario la preparación de los músicos, y así estar un paso adelante en las fusiones, comentó.

García de León recordó que los sones de la tierra surgieron de la cultura hispanoamericana y el imperio español, mismo que sufrió una transformación de todo tipo, incluso la distinción entre el lenguaje castellano y el español.

En cuanto a la construcción de lo que hoy representa la música mexicana, García de León destacó que intervienen aspectos importantes como la diferencia entre lo popular y lo tradicional.

Explicó que el son jarocho derivó de varios elementos como la música antigua, anterior a la revolución musical del Renacimiento y a aspectos orientales de la España del siglo XIII.