Los campeones olímpicos del América Diego Reyes y Raúl Jiménez se mostraron respetuosos de la decisión de Carlos Vela –de no querer acudir al Tri–, pero afirmaron que ellos nunca rechazarían una convocatoria de la selección nacional, ya que portar la camiseta verde representa un gran orgullo.

Reyes, quien fue fichado por el Porto de Portugal precisamente por su buena actuación con el Tricolor, señaló: Yo no lo haría porque creo que siempre es un privilegio poder ir a la selección, pero él tendrá sus razones y hay que respetarlas. No sé si haya consecuencias, pero en lo que se refiere a mí, iría con gusto a defender a México.

Por su parte, Jiménez admitió que él fue beneficiado con la primera negativa de Vela, antes de los Juegos Olímpicos de Londres, ya que fue requerido para integrarse al plantel con el que se colgó la medalla de oro en Londres.

Si me llaman, con placer acudiría. Es un gran orgullo representar al país y si me convocan haría lo mejor que pudiera, daría el máximo para tratar de quedarme, aseguró.

–¿Alguna vez harías un desaire a la selección nacional?

–Nunca –respondió tajante, y recordó que cuando el delantero de la Real Sociedad declinó la convocatoria olímpica, él pudo unirse al equipo que le ha dado el máximo logro al futbol mexicano.

Fue una gran oportunidad. Se abrió la puerta para mí y la aproveché. Nosotros estuvimos contentos de haber ganado la presea dorada, resumió.

Sobre el rechazo de Vela, sólo comentó: Ha de tener sus razones, debe de estar muy contento con su equipo en España, mientras Reyes aclaró: Yo no tengo por qué meterme en esos temas. A mí lo que me importa es el América para ir a la selección, mejorar cada día para estar en las listas finales, lo que por la tarde de ayer se le cumplió al espigado zaguero, quien fue llamado al Tri.

Para el duelo de este sábado contra el Atlas, en el estadio Jalisco, las Águilas entrenaron ayer a puerta cerrada en Coapa, adonde acudieron más de 50 aficionados de una porra de Lindavista. En su afán de buscar el autógrafo o la fotografía, los seguidores del equipo amarillo correteaban los coches que a toda velocidad salían de las instalaciones.

En su intento por evitarlos, el otro seleccionado, Francisco Maza Rodríguez, abolló la parte trasera de su lujosa camioneta blanca, pero ni así se detuvo.