Jueves 24 de enero de 2013, p. 21
Es imprescindible entrar a la discusión sobre la participación de México en operaciones de mantenimiento de la paz para cumplir con la responsabilidad de un actor global, coincidieron el subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Juan Manuel Gómez Robledo, y el embajador de México en Japón, Claude Heller.
México debe estar presente en todos los foros internacionales, porque la política exterior es una herramienta de la política interna, algo que debe permear especialmente en una sociedad como la mexicana, que en los últimos años ha vivido ensimismada en sus propios conflictos, como la violencia y la inseguridad, coincidieron.
Debo decir a título personal que el tema de las operaciones para el mantenimiento de la paz es uno de los asuntos pendientes que merecen amplia discusión. Históricamente hay sectores en el país que se oponen, pero es necesario abrir el debate. Es cierto que es una decisión que deberá tomar el presidente de la República en su carácter de comandante supremo de las fuerzas armadas
, explicó Gómez Robledo.
Al presentar el libro México en el Consejo de Seguridad de la ONU. La historia tras bambalinas –en el que mediante una serie de ensayos se explica la participación mexicana en el órgano político de carácter supranacional más importante–, ambos convinieron en la insuficiencia de la red diplomática nacional en el extranjero, indispensable para que México pueda contar con infraestructura para entender y enfrentar de mejor manera fenómenos que, si bien suceden en otras latitudes, afectan directamente a los mexicanos.
El embajador Heller (que junto con Gómez Robledo jugó un papel importante en los preparativos para impulsar la candidatura de México a ocupar un lugar en el Consejo de Seguridad en 2009) mencionó a manera de ejemplo que mientras nuestro país tiene siete embajadores en África, Brasil cuenta con 36 y algo similar, agregó, ocurre en Asia.
En el libro, que coordinó Roberto Dondish, asesor especial para seguridad internacional de la SRE, se justifica la importancia de que México integre de manera recurrente el Consejo de Seguridad, no sólo por el peso que tiene dicho órgano en las resoluciones de la ONU, sino porque coloca al país en una situación privilegiada para intervenir en las discusiones más importantes que afectan tanto a las naciones como a los individuos.