Nueva York, 23 de enero. La NFL fue demandada por la familia del ex linebacker Junior Seau –quien se suicidó de un disparo el 2 de mayo de 2012–, con el argumento de que la muerte del ex jugador fue consecuencia de una enfermedad cerebral provocada por los golpes en la cabeza que sufrió durante su carrera en el futbol americano.

La acusación a la liga estadunidense es por muerte por negligencia, pues aseguran que hubo actos de omisión que ocultaron los peligros que generan ese tipo de contusiones.

Seau –quien tenía 43 años cuando murió–, desarrolló encefalopatía traumática crónica por los golpes sufridos, asegura en la acusación, y responsabiliza a la NFL de ignorar y ocultar la evidencia sobre los riesgos asociados con lesiones cerebrales.

Los estudios que se practicaron posteriormente al cerebro del ex jugador revelaron que padecía encefalopatía traumática crónica, según se difundió este mes.

Diversas investigaciones apuntan que más de 3 mil 800 jugadores han demandado a la NFL por lesiones en el cerebro, cuando el tema de ese tipo de daños ha acaparado la atención.

También fue demandada una compañía que fabrica los cascos que se utilizan en la liga estadunidense de futbol americano, pues la familia de Seau dijo que su diseño era negligente, al igual que las pruebas que se les practican, el armado, la fabricación, mercadeo e ingeniería de los mismos. En la demanda aseguran que son peligrosos.

Aunque Junior siempre supo que tendría dolores y achaques por sus días como jugador, ninguno de nosotros imaginó que sufriría una enfermedad cerebral debilitante que provocaría que nos abandonara tan pronto, dijeron sus parientes en un comunicado.

Sabemos que la demanda no nos lo devolverá, pero enviará un mensaje de que la NFL tiene que preocuparse por sus ex jugadores, reconocer sus décadas de engaños sobre el tema de las lesiones cerebrales y la seguridad de los futbolistas, y hacer que el deporte sea más seguro para las generaciones futuras, agregó.

Seau jugó con Cargadores de San Diego, Delfines de Miami y Patriotas de Nueva Inglaterra. Fue uno de los mejores linebackers durante 20 temporadas en la NFL y se retiró en 2009.