Presentaron el libro Jóvenes, culturas urbanas y redes digitales, coordinado por García Canclini
Lo nuevo es lo digital y la expansión que propicia
, aseveró José Luis Paredes Pacho
Jueves 24 de enero de 2013, p. 6
Ante la crisis económica y el desempleo en España, que desde 2011 propició el surgimiento del movimiento de los indignados, los jóvenes reconocen que están pasándola mal
, pero a la vez, de manera paradójica, los que realizan actividades laborales de manera independiente y precaria, se sienten a gusto y realizados
.
La causa de ello, agregó el investigador español Francisco Cruces al participar en la presentación del libro Jóvenes, culturas urbanas y redes digitales (Editorial Ariel-Fundación Telefónica) –coordinado por él, Néstor García Canclini y Maritza Urteaga Castro Pozo, y en el que colaboraron otros 15 investigadores, residentes en las ciudades de México y Madrid– es que esos sectores sociales están produciendo sentido
.
Sucede que esta nueva forma de producción en la cultura, explicó Cruces, nunca tiene que ver con objetos. “Lo que producen estas redes colectivas, estos sujetos, no son objetos, mercancías. Producen sentido y muchos de ellos se han ido de sus trabajos porque estaban hartos y decían: preferimos la precariedad que ser mentes planas en una oficina cualquiera.
Producir sentido es esencial en cualquier cultura para que siga viva. Y eso es algo que está muy bien reflejado en el trabajo colectivo que hemos hecho
, dijo Cruces, y recordó que un músico reconocido creó una pequeña disquera y le preguntaron la causa: Lo hago porque me gustan los negocios honrados
.
En las ciudades de México y Madrid se estudiaron, y de algún modo se compararon, los campos creativos en los que se desenvuelven ciertos sectores juveniles, como el de la música, las artes visuales y las editoriales independientes.
Problema de todos, del mundo
En la presentación, efectuada en el Centro Cultural de España en México, también participaron García Canclini, Urteaga, Verónica Gerber y José Luis Paredes Pacho. Francisco Cruces, quien coordinó al equipo de trabajo en Madrid, agregó:
Este ha sido un viaje a lo que está cambiando en el mundo de los jóvenes y al impacto tremendo que tiene y tendrá más allá de la tecnología. Lo que me importaba era descubrir cómo se piensan a sí mismos los jóvenes, cómo están pensando su vida y su futuro, los nuevos conceptos de tiempo. Cómo la fiesta o la socialidad o los amigos se meten en el negocio. Cómo el negocio no es negocio porque no se sabe si es empresa o emprendeduría, o es sencillamente sobrevivir.
Cruces comentó que desde antes de 2011 en España se hablaba del problema
de los jóvenes. Pero cómo va a ser sólo su problema, es el problema de todos, de la nación, del mundo. Este fenómeno que vemos en Madrid o en México ocurre también en París y ocurrirá en Shangai y en Ciudad del Cabo. Y es que la nueva forma de producción de la cultura por parte de los jóvenes responde a la incapacidad de absorberlos en el crecimiento económico
.
Néstor García Canclini, coordinador general del proyecto, expresó su deseo de que el libro se lea no como resultado sino como documentación de un proceso, de un intento de aproximarnos de manera diferente a algo que se mueve de manera permanente
.
Refirió que en Madrid los investigadores comentaron que “los había sorprendido mucho que comenzaron a observar jóvenes que estaban encantados de conocerse entre ellos, que se parecían y estaban en un registro generacional, muy idealizado a veces.
“Y de pronto descubrieron que se indignaban y apareció en España el 15-M. Y aquí en México también, el año pasado, en medio de la investigación, nos apareció el #YoSoy132 y tuvimos que intentar hacernos cargo un poco de lo que eso significaba.”
Maritza Urteaga resaltó que con estas formas laborales de los jóvenes no se trata sólo de ganar dinero, sino de que les paguen por hacer algo que les gusta. Hay que dejar atrás esa idea del sacrificio laboral
que predominó en el siglo XX, dijo.
El músico y promotor cultural José Luis Paredes Pacho cuestionó que si bien está la creatividad y el trabajo libre e independiente, también se observan en estos fenómenos formas de sobrexplotación laboral. Muchas estrategias de supervivencia no son tan novedosas, lo nuevo es lo digital y la expansión que propicia, agregó.
En realidad esta precariedad laboral son formas de producción cultural ancestrales, desde la bohemia del siglo XIX, pero que las teorías económicas han tratado como excepciones. Lo que ha cambiado en el presente es que esas formas de producción se han acelerado y se han vuelto el paradigma de explotación de la fuerza laboral.
La investigadora y artista visual Verónica Gerber expresó que esta generación, la suya, tiene un futuro incierto. Somos una generación que no accede a las prestaciones que tuvieron nuestros padres. Muchos de nosotros ni siquiera podemos vislumbrar la posibilidad de una jubilación, no tenemos idea de cómo vamos a vivir cuando seamos viejos
.