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Balance de la Jornada

América, Tigres y Xolos roban cámara

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Un gol en tiempo de compensación dio el triunfo a Camoteros sonbre lagunerosFoto Notimex
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mérica, Tijuana y Tigres se adueñaron del arranque del torneo. La magia de Antonio Mohamed se mantiene en auge y los Xolos hoy demuestran que la campeonitis, las pretemporadas incompletas y el cansancio son pretextos a los que en el pasado se recurrió en exceso. No suena absurdo ni prematuro decir que el cuadro fronterizo es candidato al bicampeonato.

Las Águilas están ubicadas en la cima. Por ahora son el equipo más goleador y con la mejor defensa, y Miguel Herrera y sus pupilos saben que luego de dos liguillas no tienen más alternativa que ganar el título. Con similar paso marcha el cuadro de la UANL. Tito Villa cayó como anillo al dedo en la plantilla del Tuca Ferretti y sus goles han significado ya dos triunfos.

Muy temprano comenzó a empañarse el cielo para técnicos como Ricardo La Volpe y Antonio Torres Servín, ubicados entre los últimos lugares y que todavía no conocen la victoria, aunque en el feudo azulgrana tal vez no cabe tanta exigencia, dado el afán lucrativo de su directiva, siempre dispuesta a vender sus mejores elementos a cambio de llenar las arcas.

La gestión de Torres Servín demuestra que no basta con tener tatuado en la piel el escudo de la UNAM. Falta lo principal, un talento que ha brillado por su ausencia. El responsable número uno es Alberto García Aspe, quien ha apaciguado los gritos en contra simplemente evitando reflectores, pero queda clara, una vez más, su incapacidad para armar un plantel competitivo.

Pumas no muestra dinámica ni la garra que tanto cacareó Torres Servín en la pretemporada, y ante los Xolos reaccionaron demasiado tarde. Fue en la agonía del partido y con la bota en el cuello cuando brindaron chispazos de talento, más por el aguijón que pinchó el orgullo de algunos jugadores que por la estrategia decidida desde el banquillo.

Quizá el exceso de asesores sea el problema. Tal vez Guillermo Vázquez Mejía, el Capi Perales y el mismo Servín se hacen bolas, pero la realidad es que los auriazules son casi un cheque al portador. No han podido hacerse respetar en su casa, donde cada vez se escucha más desangelado el cántico Cómo no te voy a quereeer...

A Sergio Bueno, en cambio, todo le está saliendo bien. Querétaro salta al campo de juego como si no tuviera presión, con osadía y hasta soltura. Se mantiene invicto en el presente certamen y por fin abandonó el último lugar de la tabla de porcentajes, sitio que cedieron al Atlas de Tomás Boy.

Los Zorros perdieron en el Volcán y complicaron su situación porcentual. Era una derrota presupuestada, dada la enjundia con que Tigre juega en su casa, apoyado por su afición incondicional, mientras el Puebla de Manuel Lapuente había tenido mala suerte, pero este domingo logró una crucial y agónica victoria que hizo justicia.

Ricardo La Volpe va cuesta abajo. El entrenador de gesto hosco, siempre presto al autohalago, se quedó sin argumentos ante el América. La goliza en contra hizo enmudecer al argentino y sus pupilos terminaron pidiendo paciencia, pero lo más alarmante no la posición de colero general de los azulgranas, sino el tobogán en que han caído en la tabla de cocientes.

El profe Guadalupe Cruz ya sumó un punto con Jaguares y evitó repetir el terrible inicio del torneo anterior. El Grupo Pachuca en sus malabares desajustó al León, que sigue deprimido –y cabizbajo deberá enfrentar al equipo chileno Iquique– y tampoco imprimió suficiente brillo a los Tuzos. En tanto, Cruz Azul hizo su buena obra al provocar el primer lleno del habitualmente desolado Omnilife.

La jornada tres tuvo pinceladas de buen espectáculo. Sin embargo, hubo varios expulsados y, salvo la goleada del América, la cuota de goles fue regular. Sin duda viene lo mejor en cuanto se adapten los futbolistas foráneos que finalmente arreglaron su situación migratoria.

José Manuel de la Torre, técnico de la selección nacional, ventiló sus metas de este año. Ganar el boleto para el Mundial de Brasil 2014 y conquistar la Copa de Oro no serán ninguna proeza. La audacia del Chepo radicó en colocar al Tri como finalista en la Copa Confederaciones, y tiene con qué.