Ataque a gasera donde había trabajadores de varias nacionalidades secuestrados; mueren 34
Las acciones de Batallón de Sangre, represalia porque Argelia permitió a Francia usar su espacio aéreo para bombardear a combatientes en Malí
Abatidos, 15 de los milicianos
Viernes 18 de enero de 2013, p. 31
Argel, 17 de enero. La ocupación de una procesadora argelina de gas en el desierto del Sahara,a manos de un comando islámico armado, el miércoles, se convirtió hoy en un baño de sangre cuando, a plena luz del día, helicópteros de las fuerzas armadas de Argelia dispararon contra un vehículo en el que presuntos secuestradores transportaban a un grupo de rehenes y desataron una batalla por el control de la planta.
En el primer balance de los hechos se reportó la muerte de 34 trabajadores de la procesadora, incluidos varios extranjeros cuyas nacionalidades no se conocen con precisión, aunque se sabe que entre ellos había dos japoneses, dos británicos y un francés, además de ocho argelinos.
Entre los cautivos hay ciudadanos confirmados de Gran Bretaña, Noruega, Japón y Estados Unidos, pero un militante de Batallón de Sangre (organización prácticamente desconocida hasta ahora) dijo a la televisora Al Jazeera que también hay de Francia, Colombia, Tailandia y Filipinas. El Batallón de Sangre informó el miércoles que tenía a 41 extranjeros cautivos y a cientos de argelinos.
Recuperan parte
de las instalaciones
Asimismo, se reportó la muerte de 15 hombres armados pertenecientes al Batallón de Sangre, organización a la que algunas fuentes atribuyen vínculos con Al Qaeda en el Magreb Islámico (Aqmi), organización que desde finales de la década de los 90 comenzó a establecer sus bases en las áreas desérticas del norte de África.
Tampoco el Batallón de Sangre informó de los resultados de la batalla de este viernes en las instalaciones ubicadas en el sur de Argelia, aunque el Ministerio de Información de Argelia informó al final del día que las fuerzas armadas gubernamentales sólo lograron recuperar el control de una parte
de las instalaciones.
El ministerio argelino reconoció además que carece de datos precisos sobre las cantidades y las nacionalidades de los fallecidos y de las personas en cautiverio.
El Batallón de Sangre dio a conocer el miércoles que la toma de la gasera es en represalia contra Argelia por haber permitido a Francia el uso de su espacio aéreo para bombardear, el fin de semana pasado, a los combatientes islámicos asentados en el norte de Malí, que tiene una extensa frontera con el territorio argelino, en pleno desierto.
In Amenas, la localidad donde se encuentra la planta manejada conjuntamente por British Petroleum de Gran Bretaña, Statoil de Noruega y Sonatrach de Argelia, está mil 200 kilómetros al norte de los límites con Malí, donde Francia emprendió el viernes pasado una movilización militar contra Ansar Dine, una agrupación islamita que ocupa la región norteña maliense, a la que también se vincula con Aqmi.
Antes de que se desatara la batalla en In Amenas, el vocero de los comandos indicó que la primera condición para negociar con el gobierno argelino era que las tropas, que rodearon la planta desde el miércoles, retrocedieran de la zona, ubicada mil 300 kilómetros al sureste de esta capital.
Igualmente se supo que antes de la refriega en la gasera, 30 argelinos y 15 extranjeros –entre ellos dos franceses y uno de Irlanda del Norte– consiguieron escapar de sus captores.
Los primeros informes sobre el enfrentamientos fueron divulgados por las agencias de noticias de Mauritania, Ani, y de Argelia, Aps. El primer ataque provino de helicópteros, pero no se precisó si para ello utilizaron lanzacohetes o ametralladoras.
Según el Batallón de Sangre, tras el ataque con los helicópteros, aviones de combate y tropas iniciaron un intento de toma de las instalaciones, pero no se supo más de la situación en la línea de fuego.
El gobierno argelino confirmó minutos después la operación militar y aseguró que las instalaciones habían quedado bajo control del ejército y que la tropa pudo neutralizar
a milicianos que supuestamente pretendían huir en dirección a algún país vecino (Malí, Mauritania y Níger).
Sin embargo, horas más tarde, el Ministerio de Información dijo que la operación continuaba y hasta el cierre de esta edición sólo se tenían reportes de la agencia alemana Dpa, de que continuaron los choques durante la noche. No se tienen datos precisos de cuántos milicianos tomaron la planta, pero circularon versiones de que eran al menos una veintena de hombres armados y que ingresaron al sitio por dos puntos distintos.
Después de los primeros enfrentamientos, la televisora Al Jazeera informó que unos 600 argelinos habían logrado salir del punto de conflicto. El gobierno argelino dijo que por ahora desconocía cifras precisas de muertos, cautivos y liberados.
A su vez, el gobierno de Japón dijo que la suerte de 14 compatriotas todavía no está clara
, y se quejó de que Tokio no fue informado sobre la operación militar para liberar a los rehenes.
Sobre el origen de la organización que se adjudicó la ocupación de la procesadora hay datos inciertos.
La prensa europea señaló que la katiba (unidad combatiente) es dirigida por el argelino Mokhtar Belmokhtar, apodado El tuerto, viejo militante de las agrupaciones musulmanas armadas. También es conocido por los servicios de inteligencia de Francia como El inalcanzable, según un despacho de la agencia británica Reuters.
En la región desértica africana es llamado igualmente el Señor Marlboro por su presunta actividad en el contrabando de cigarros. El diario británico The Independent, señaló esta semana que Belmokhtar es conocido asimismo por traficar cocaína y destacó versiones de que Aqmi está infiltrada por los servicios de inteligencia argelina.
El gobierno de Malí emitió una declaración en la que señaló que la toma de la procesadora no tiene relación con el conflicto en su territorio, que ha requerido el involucramiento de varios centenares de soldados franceses de infantería y un número no revelado de helicópteros, otras naves y equipos militares.
Pese a la declaración del gobierno maliense, el presidente francés, François Hollande, aseguró hoy que la ocupación de la planta de In Amenas justifica
la operación militar en Malí, la cuarta que desarrolla Francia en África en los últimos tres años, tras iniciar los bombardeos en Libia en 2011 y, en Costa de Marfil, el mismo año.