El afán del gobierno del presidente Felipe Calderón de enfrentar el problema de la violencia y el narcotráfico desde la perspectiva de Estados Unidos no sólo hizo que México se ensimismara, sino creó un vacío en las relaciones que tradicionalmente mantuvo con América Latina y dejó una sensación de ausencia que nos alejó de un país amigo, afirmó el ex presidente de Guatemala Vinicio Cerezo.

Invitado de honor a la conmemoración del 30 aniversario de la integración del Grupo Contadora, que México impulsó a través del entonces canciller Bernardo Sepúlveda Amor, para detener la carrera armamentista en América Central y sentar las bases de las actuales democracias en la región, el ex mandatario destacó, en entrevista con La Jornada, que además de los problemas naturales que enfrentan países con frontera común, hoy se viven nuevas patologías derivadas de la actividad de las organizaciones criminales.

Estas acciones ilícitas, dijo, han hecho surgir nuevos problemas de violencia que no tienen nada que ver con las que surgieron por diferencias ideológicas o políticas del pasado y que están superando las fuerzas tradicionales de los gobiernos para poderlas controlar, agravadas por el problema social que es la agenda pendiente de los Acuerdos de Paz que se firmaron en la ciudad de Esquipulas, a instancia del Grupo Contadora.

Nosotros terminamos con la guerra, iniciamos un proceso de apertura democrática, con crecimiento económico, pero nos falta resolver los problemas de inclusión social, económica y participación de los beneficios de la riqueza y del crecimiento. Esos problemas que han surgido han hecho nuevamente de nuestras fronteras un lugar de conflicto, pero con otra perspectiva; no se está viendo como enfrentamiento o diferencia de criterio entre los países como los que había entre los gobiernos centroamericanos y el de México, sino que se ve como problema compartido, apuntó el ex mandatario guatemalteco.

En imagen de archivo, Marco Vinicio Cerezo, ex presidente de GuatemalaFoto La Jornada

Aseguró que desde Centroamérica se observa con interés la experiencia de México y se está en la búsqueda de soluciones alternativas: tengo la impresión de que con el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto va a haber muchas más oportunidades de encontrar puntos de acuerdo; las alternativas pueden ser de carácter social, jurídico, legal, para enfrentar esos dos problemas que estamos viviendo.

Insistió en esa etapa de seis años del gobierno anterior, en la que México perdió de vista a vecinos que comparten historia y cultura. Sin embargo, dijo, desde que Enrique Peña Nieto, recordando la política internacional de México en la búsqueda de la paz en América Central, nos da un mensaje de esperanza de que un país tan importante para Mesoamérica empieza de nuevo a ver hacia el sur y a tratar de encontrar acuerdos para enfrentar estas nuevas patologías en nuestra región de una manera concertada.

Añadió que “ante lo sucedido en los recientes seis años en México y la aparición de Los Zetas en Guatemala, la lección es que no podemos enfrentar estos problemas de manera individual y nos obliga a ponernos de acuerdo; por supuesto, tenemos que retornar a las buenas experiencias que tuvimos en el pasado y enderezar de nuevo nuestras actividades políticas hacia la búsqueda de acuerdos que estén dirigidos a compartir criterios sobre cómo enfrentar estos fenómenos.

América Latina ha avanzado en un acuerdo regional de seguridad reconociendo este tema, pero también admitiendo que no podemos sin el apoyo de la comunidad internacional y muchísimo menos sin el apoyo de países como México; por eso pedimos que vuelva realmente a poner los ojos en América Latina, concluyó