Aunque las autoridades de la delegación Gustavo A. Madero y de la policía capitalina informaron que el programa de canje de armas instalado en el atrio de la Basílica de Guadalupe concluiría el 16 de enero, muchas personas que acudieron este sábado y domingo no encontraron el puesto de intercambio, ya que el programa fue suspendido esos días. El programa continuará este lunes y terminará el miércoles. Sin embargo, las personas que acudieron pidieron que se extendiera ahí y se llevara a otras delegaciones.

De acuerdo con algunos testimonios, durante el canje de armas de la semana anterior muchos de los asistentes fueron regresados a sus domicilios por falta de recursos, por lo que varios se tuvieron que guardar nuevamente sus armas largas.

Otras personas que sí participaron y recibieron dinero, tablets o computadoras se tuvieron que formar desde las primeras horas de la mañana para poder ser atendidos.

Los 3 mil 500 pesos que Hugo recibió por su arma 9 milímetros, explicó, le servirán para pagar el predial y el agua de este año.

La familia de Daniel, de 22 años, decidió que si llevaba el mosquetón que por dos generaciones ha estado en la familia podrían cambiar el bóiler de la casa donde viven, en la colonia Ampliación Guadalupe.

Muchas de las armas recibidas son de la época de la Revolución; otras nos las traen a escondidas las señoras que en un despiste se las desaparecen a los hijos. Les sirve el dinero y se quitan la preocupación, explica uno de los soldados del Ejército Mexicano que revisa una lista para saber cuánto deben pagar.

La policía capitalina informó el viernes que en cuatro días de acopio de armas sumaron 633 artefactos que fueron cambiados por dinero en efectivo, equipos de cómputo y otros productos.

En la categoría de armas cortas se recibieron 137, largas 49 y 19 granadas de variadas características, las cuales quedaron bajo resguardo de la Secretaría de la Defensa Nacional, que programará su inutilización.