Refuta a endeble refutador un taurófilo cuestionador
ntre los imprecisos pero cada vez más invocados derechos de los animales, sobre todo el de crecer y multiplicarse como el resto de las especies, pensantes o depredadoras, y habida cuenta de que los globalizonzos metidos a taurinos, antis, autoridades e intelectuales se ahorcan con el mecate del pensamiento único y el nudo del falso humanismo, Gilberto Durán, taurófilo de cepa, señala: “Los antitaurinos atacan de nuevo. El despistado, enredoso y mal informado Ilán Semo en su artículo ‘Otra refutación de la tauromaquia’ (La Jornada, 5 de enero pasado) afirma que ‘la temporada 2012-2013 en la Monumental Plaza México ha transcurrido sin sobresaltos.’ Pésimo comienzo. Que le pregunte al ventajista consentido de la empresa Enrique Ponce cómo le fue en la corrida inaugural”. Y agrega:
“Semo no dice nada nuevo, sólo repite en parte lo que la fotógrafa Elideth Fernández declaró a Elena Poniatowska y La Jornada publicó el 14 de abril del año pasado pero, queriéndose académico, se mete a su salón de clases y suelta un discurso tan solidario como poco sustentado. ¿Habrá alguien con un mínimo de escolaridad que no se dé cuenta de la complejidad del sistema nervioso de los animales y que es ‘tan reactivo como el de los humanos’? ¿A poco hasta ‘hoy sabemos también, gracias a la zoolingüística, que cada especie desarrolla lenguajes particulares que le permiten vivir en comunidades’? ¡Atrasado de conocimientos anda Semo!”
“Si este articulista no comparte el gusto por los toros, está en su derecho, y si simpatiza con las ‘más de 170 asociaciones civiles’ que el año pasado ‘presentaron una iniciativa ante la ALDF para prohibir las corridas de toros en la capital’, también. Lo grave es no esgrimir argumentos más sólidos en favor de la prohibición que los cinco presentados por esa seudocompasiva pero reduccionista legión de ignotas ‘asociaciones civiles’.
“El primer argumento, además de su pobre sintaxis es tan endeble como los otros cuatro. Si los aficionados ya no van a los toros es porque ya se hartaron no solamente de que les den chivo por toro, sino de soportar figuras desvergonzadas, cuando en el país hay toros y toreros de altura. Lamentable, además, que una iniciativa se fundamente en la lectura del horrorímetro nacional hecha por turistas ajenos a una tradición de la que no tienen la menor idea. Al rato también se va a solicitar prohibir el pan de muerto porque a los turistas les causa sobresalto. Si al decir de Semo la afición a los toros sobrevive porque la sostiene el erario, mejor que se exigiera investigar a los intocables empresarios que, con pleno conocimiento, tan mal manejan el negocio taurino en beneficio de sus otras empresas y en tolerado perjuicio de la fiesta y del erario.
“El segundo argumento es de risa: ‘70 por ciento de los capitalinos estaría en favor de abolir los espectáculos taurinos’. Si esa es la situación, y además se argumenta que cada día se va menos a los toros, que dejen entonces que el chou –como llama el promotor y ahora triunfalista ganadero Herrerías a este espectáculo– siga como va hasta que desaparezca por sí solo. Por lo demás, ¿quién realizó esas encuestas, a qué muestra y con qué preguntas?
“El tercer argumento es ridículo: por un lado apunta que ‘las corridas de toros han dejado de ser una tradición’ y que ‘día a día pierden aficionados’, o sea que la tradición está desapareciendo, y por otro se preocupan porque quien va a los toros ‘se forma en un ambiente de potencial violencia’. ¿A qué tanta preocupación, si el ambiente de las plazas de toros ya pocos lo pelan? Ahora, si les alarman los ambientes violentos, ¿por qué no echan una mirada a los estadios de futbol donde, allí sí, la porra ya no es porra, sino barra y para ser más exactos perra brava, ultraviolenta o algo de similar calaña? ¿También querrán proteger los derechos animales de esa perra brava?
“Cuarto argumento. ¿Cerrar y derruir la plaza de toros para crear un centro comercial (o recreativo) que ‘produciría todos esos empleos (que se perderían al demolerla) en unos cuantos meses’? ¿No se les podrá ocurrir algo mejor que un chabacano centro comercial? No me puedo imaginar al que abre la puerta de toriles para que salga un toro, abriendo ahora la puerta de la tiendota para que salgan y entren bueyes consumistas.
“Quinto argumento. ‘Los toros de lidia requieren de vastas extensiones de pastizaje (sic). Son zonas agrícolas ociosas que podrían emplearse en otros cultivos’. ¡San Pascual Bailón!, como decía Memín Pinguín, ¿pues no que muy protectores de animales? ¿Dónde van a pastar los toros una vez abolidas las corridas? ¿Los llevarán al rastro o a un centro comercial? ¡Estos falsos protectores están contra las corridas y contra los animales mismos!” (Continuará.)