Noé Hernández espera un milagro. Mi médico dice que no (recuperaré la vista) y mi Dios dice que sí.

El medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 en la prueba de 20 kilómetros no pierde las esperanzas de que el único ojo (derecho) que tiene logre un porcentaje alto de visión, pues aunque el diagnóstico es de ciego no pierde la fe y reza todos los días, a la par de las personas que le mandan plegarias y buenos deseos en su recuperación.

Ayer se le retiró el parche de la cirugía del día anterior. No hay hemorragia ni desprendimiento de retina, ¿qué va a recuperar? No lo sabemos todavía. Su evolución es favorable, explicó la oftalmóloga Noemí Cortés.

Informó que en la auscultación “sigue sin percibir visión, la burbuja ocupa la cavidad y cuando se absorba el sangrado y si no hay complicaciones sabremos cómo va evolucionando.

No tuvimos ningún dato malo. Está acostado y puede sentarse, camina muy poco y tiene dieta blanda (para que sus intestinos trabajen), casi no habla ni contesta el teléfono, se le tiene prohibido. Él debe colaborar, ser paciente y no desesperarse, indicó la especialista.

El ex andarín continúa hospitalizado en el sanatorio de neurotraumatología en Bosques de Aragón bajo un fuerte dispositivo de seguridad para evitar contacto con los medios de comunicación, de acuerdo con las órdenes giradas por los médicos que le recomendaron reposo absoluto de 30 días para continuar con la rehabilitación, curaciones y descartar cualquier infección que pudiera poner en peligro su vida, luego de recibir un balazo en la cabeza el 30 de diciembre del año pasado en un bar, ubicado en Texcoco.

Es un paciente que tiene una tenacidad increíble, no se está quieto y por eso le digo que debe poner mucho de su parte para que pueda lograr una recuperación favorable. Esperamos que ese ojo se pueda mantener, sostuvo la doctora Cortés.

Noé podría dejar el hospital el lunes. Entre miércoles y jueves será intervenido por sexta vez en la clínica de la colonia Roma para reconstruirle la órbita del lado izquierdo y en un mes se le pondrá la prótesis que adquirirán en Estados Unidos, con un costo aproximado de 50 mil pesos.

Debemos esperar la cicatrización para que se le coloque y aunque yo no hago milagros todo dependerá de los cuidados que tenga Noé con sus familiares, porque está consciente de la situación crítica que vive, pero aún así no pierde el humor, sonríe y le reza a Dios, comentó la cirujana.