Lo que he hecho a lo largo de mi vida fue con convicción, expresó el político y líder de la izquierda mexicana Arnoldo Martínez Verdugo, al recibir ayer un homenaje de la delegación Tlalpan, que encabeza Maricela Contreras Julián, por su labor y contribución al país. Mañana festejará su cumpleaños 88.

Alejado actualmente de la actividad política, Martínez Verdugo dijo que hoy es tiempo de quienes se están forjando en las nuevas luchas por la transformación democrática. Retomó algunas ideas expresadas hace 30 años al inicio de su campaña a la presidencia de México, por el Partido Comunista Mexicano. Consideró que siempre hay que tener presente el pensamiento político, sobre todo el que se dispone al revolucionar a la sociedad; es siempre, al final de cuentas, un acto original.

Tras arribar a la ciudad de México en 1943, procedente de Pericos, Sinaloa, el homenajeado ingresó a la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, fue ayudante de Miguel Covarrubias en la realización de dos murales en el desaparecido Hotel del Prado, además de trabajar en la fábrica de papel San Rafael.

En la Casa de Cultura del Bosque de Tlalpan, entre gritos de ¡se ve, se siente, Arnoldo está presente!, se dieron cita personalidades como Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien dijo que una de relevantes colaboraciones de Martínez Verdugo a la vida política del país ha sido justamente impulsar de manera muy entusiasta, firme y sólida los procesos de unificación de los distintos grupos, y que en estos momentos tendríamos que seguir en esta línea de trabajo. Me parece que nos tocaría a quienes nos calificamos como democráticos, socialistas, de izquierda y progresistas, retomar las muy valiosas enseñanzas de Arnoldo, buscar una propuesta de trabajo político que nos unifique y nos dé fuerza para transformar nuestro país.

Ausente del país, el antropólogo Roger Bartra mandó un texto que leyó Ilán Semo, en el que señaló que todavía no ha aparecido el historiador o el politólogo que emprenda un estudio biográfico de Martínez Verdugo, cuyo papel democratizador está en la línea de Enrico Berlinguer y Santiago Carrillo.

Bartra señaló también que en la historia de la izquierda mexicana Arnoldo es un personaje olvidado por muchos, quien sin embargo constituye una pieza clave para entender la transición a la democracia. Fue el dirigente comunista que, en agudo contraste con la tradición estalinista, renunció a ser objeto de cualquier clase de culto a la personalidad y se escondió detrás de la máscara gris y opaca de su posición como secretario general del partido.

Marta Lamas, quien se ha distinguido por su activismo femenista, habló del apoyo de Martínez Verdugo al movimiento por la despenalización del aborto: Hoy, que esta demanda de justicia social, salud pública y libertad personal es una seña de la identidad del Partido de la Revolución Democrática, hay que recordar y agradecer el papel que jugaron Arnoldo Martínez Verdugo y su compañera, Martha Recasens, quien siempre nos apoyó.

Para el político Joel Ortega este homenaje sólo tiene sentido si de aquí con la inteligencia, con la capacidad de dialogar, construir y pensar que Arnoldo nos enseñó, somos capaces de recoger otra vez la antorcha por la transformación libertaria de México.