Hay proyectos cinematográficos, que, por su esencia personal, llevan un prolongado proceso de gestación.

Tal es el caso de Memoria recuperada, historia de guerra oculta 70 años, que el documentalista y autodidacta Luis Lupone comenzó en 1991 y que ahora se exhibirá en el ciclo Sumario de la Cineteca Nacional, el cual proyecta la más reciente producción de cine documental mexicano desde este miércoles y hasta el próximo 27 enero.

El documental, que se proyectará mañana a las 18 horas y el domingo a las 21, representa para el realizador una gran descarga. Era un saco de información que venía cargando, puesto que entrelaza dos historias: la de su padre, el capitán mercante Giuseppe Lupone y los testimonios nunca escuchados de algunos de los miembros del Escuadrón 201.

Lupone, Luigi de nombre de pila y a quien se le recuerda como subdirector del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), es creador de unos 15 documentales. Con éste hace un viaje, como si tu abuelo te abriera el desván de la familia y te enseñara lo que hay en el baúl de curiosidades.

La sinopsis señala: Durante la Segunda Guerra Mundial se refugiaron en México nueve buques tanques petroleros italianos y tres barcos de pasajeros alemanes. El gobierno los incautó de forma no clara, luego de haberles concedido protección. Con bandera mexicana comenzaron a exportar petróleo hacia Estados Unidos, pero algunos fueron hundidos por submarinos nazis. Hecho que hizo que México declarara la guerra a Italia, Alemania y Japón e instale un campo de concentración en Perote, Veracruz, para los 600 marinos de las naves expropiadas. México envió al histórico Escuadrón 201 a combatir al frente de Filipinas contra los japoneses, con la misión de lavar el honor nacional por el hundimiento de los barcos.

Desmemoria

Lupone destaca que la cinta entrelaza la odisea y el destino de un grupo de extranjeros y mexicanos que, ante el ocultamiento, la desmemoria y los silencios cómplices, han permanecido en el olvido.

El largometraje, en el cual se pueden apreciar todos los formatos que se han utilizado en la cinematografía, dura dos horas y media, tiempo en el que se ofrecen materiales inéditos personales, así como matrimonios entre audios recuperados, fotos y grabaciones institucionales, lo que resulta en una rica narración de hechos desestimados por los gobiernos de México y por las academias de historia del país, considera el director.

Memoria recuperada presenta el preámbulo a la misión del Escuadrón 201, que no era combatir japoneses bajo las órdenes de estadunidenses, sino lavar el honor de los mexicanos por el hundimiento de sus barcos por los nazis, asegura. Hay que recordar que antes de esto sólo existían reportajes sobre este grupo de militares mexicanos, los cuales, finalmente, consignaban muy poco; se concentraban en dos o tres hechos de acciones de combate y ya.

El cinerrealizador sostiene que el motor emotivo de este documental era saber quién era mi padre y con ello conocer el destino de esos 600 marineros italianos. Sorprende, y avergüenza, que no había nada de información. Las academias de historia, en 1991, cuando comencé el proyecto, no tenían nada acerca de la participación de México en la Segunda Guerra Mundial. Había sólo novelas ambientadas en ese época, pese a que era la ocasión en que México sincronizaba su reloj con el mundo. Surgía, y decía: aquí estamos y vamos participar con un grupo de hombres en contra del fascismo.

Agrega: Nunca pude hablar con mi padre sobre ese episodio de su vida; nunca quiso decirme por qué estaba en México. En ese tiempo lo tomé como un asunto personal, por mis prejuicios de joven respecto de lo que pasa con la gente que sufre el exilio. Ninguno de esos 600 marineros italianos quiso hablar de esa historia con sus hijos ni con nadie. La de mi papá era su primera travesía como capitán de un barco y en México, se le decomisó su navío, dice Lupone.

Abunda: Lo que me interesaba era dar una información histórica y transmitir emociones de alguien, su vivencia. Me interesaba conocer el testimonio a cuadro duro, los protagonistas mirando a la lente, rememorando algo.

Lupone se refiere a una grabación que hizo en 1994 de un recorrido que hicieron los miembros del Escuadrón 201 con motivo del 50 aniversario de su misión.

Habla del origen del proyecto: Pensé, en 1991, que abordaría sólo al escuadrón, y en el intermedio se me atravesó la historia de mi padre cuando me comentaron lo de los barcos. Esa fue la conexión de la historia de los aviadores de combate mexicanos y la de mi papá. Lo complicado fue cómo introducir la imagen de mi familia en la cinta. Lo relacionado con mi padre fue construir un personaje del cual no tenía información; lo hice a partir del testimonio de otro personaje: un alemán, que también estuvo en el campo de concentración de Perote. Habla acerca de lo que le sucedía a mi padre y a otros marinos. Cuando fui a buscar a más italianos a Tampico, éstos me colgaban el teléfono al saber mi propósito. Nadie quería hablar del asunto. Ahora entiendo la desmemoria de los políticos..., pero para los historiadores no hay excusa.

Lupone asegura que en las historias para documental los primeros que detonan los temas son los periodistas, los que hacen la prechamba, y luego vienen los documentalistas para profundizar al respecto, aunque sea 20 años después.

Califica a su documental de difícil, porque es exigente con el espectador. Si no se es sensible para entender la historia, o si se busca recreación y complacencia visuales, te va aburrir.

La fotografía, edición, textos y producción son de Luis Lupone Fasano. La investigación inicial y entrevistas en la primera etapa, de Alfonso Morales. Los documentos, fotografías y videos fueron aportados por miembros de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana Escuadrón 201, la Filmoteca UNAM, Fundación Televisa, el Archivo General de la Nación y acervos familiares.

Más información de este ciclo en: www.cinetecanacional.net