Jueves 10 de enero de 2013, p. 28
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) instó al gobierno mexicano a crear un seguro de desempleo que permita a los ciudadanos tener un colchón durante el tiempo en que encuentran otro trabajo en caso de ser despedidos, debido a las facilidades
que la reciente reforma laboral otorgó a las empresas para contratar y liquidar a sus empleados.
El director adjunto de la OIT para México y Cuba, Thomas Wissing, consideró que dicho seguro debe ir acompañado de políticas activas de mercado para que no se convierta sólo en el recibo de un ingreso, sino en motivación para reorientar la carrera profesional de las personas y que puedan emplearse nuevamente.
Precisó que el tiempo del seguro dependerá de las condiciones del mercado laboral, del volumen de la población que está en la informalidad y del desempleo abierto, así como de las finanzas del país: es muy importante que (el seguro) esté acompañado por becas para el trabajo, capacitación con servicios de orientación profesional y de otras políticas activas para el mercado laboral
, comentó.
Asimismo, señaló que esquemas como el anterior ya existen en algunos países de América Latina, como Chile y Brasil. Incluso –dijo–, en México algunos gobiernos estatales tienen programas que ayudan a las personas sin trabajo, los cuales podrían convertirse en un seguro de desempleo.
El funcionario descartó que el gobierno requiera de una reforma hacendaria para aplicar la medida, ya que –dijo– existen recursos suficientes; sólo habría que reorientar el gasto público.
Señaló que impulsar el crecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas, el desarrollo territorial, la inversión en ciencia y tecnología y el desarrollo de cadenas productivas puede tener un impacto muy positivo para la creación de empleo.
Pide ratificar Convenio sobre Trabajo Doméstico
Por otra parte, la OIT llamó a sus estados miembros a ratificar el Convenio sobre Trabajo Doméstico para mejorar las condiciones laborales de más de 52 millones de personas en el mundo.
La subdirectora general del organismo, Sandra Polasky, dijo que al menos 52 millones de personas en el mundo, la mayoría mujeres, están empleadas como trabajadores domésticas, y sólo 10 por ciento están protegidas por las mismas leyes que otros trabajadores.
(Con información de Notimex)