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Señalan que el país puede crecer 6% del PIB si se efectúan tales modificaciones legales

Apremian OCDE y BM a México a concretar reformas estructurales

Señala Peña Nieto que esos organismos no vienen a dar recetas, sino a compartir conocimiento

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El presidente Enrique Peña Nieto, este miércoles durante la inauguración del Foro México 2013, y el secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, José Ángel GurríaFoto Carlos Cisneros
 
Periódico La Jornada
Jueves 10 de enero de 2013, p. 24

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Banco Mundial (BM) indicaron que México puede crecer 6 por ciento en su producto interno bruto (PIB) si el nuevo gobierno aprueba un paquete de reformas estructurales, con el que buscará aumentar el promedio anual de 2 por ciento de la última década.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la OCDE y el BM propusieron al presidente de México, Enrique Peña Nieto, formular políticas públicas para lograr un desarrollo incluyente.

En la ceremonia de inauguración del Foro México 2013, Peña Nieto reconoció que el país no ha crecido lo suficiente, aunque tiene capacidad para hacerlo.

Es indispensable redescubrir nuestro potencial a partir de las fortalezas de México, como la estabilidad macroeconómica y el bajo nivel de endeudamiento, agregó Enrique Peña.

A su vez, el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, destacó que México tiene que emplear su inmensa dotación de recursos físicos y humanos para generar crecimiento incluyente e igualdad.

Hasan Tuluy, vicepresidente del BM para América Latina y el Caribe, señaló que para que el país pueda convertirse en el nuevo motor de crecimiento es necesario un Estado más eficiente, más competitividad y mayor inclusión social, agregó que alcanzar 6 por ciento de crecimiento anual es posible.

La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, explicó que la preocupación por el crecimiento no es sólo un tema económico, sino político.

José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, señaló que estamos creciendo 4 por ciento con el mundo creciendo a cero y Estados Unidos 2 por ciento. Si el mundo puede contribuir con uno; nosotros podemos contribuir con el otro uno.

El secretario general de la OCDE recordó que desde hace 15 años ese organismo ha planteado reformas y acciones para que México crezca a un ritmo más acelerado. Incluso entregó al presidente Peña Nieto un diagnóstico del país y una agenda estratégica para las reformas en México.

Planteó que lo prioritario para impulsar el crecimiento es una reforma fiscal, porque le da viabilidad a las demás; hoy en México muy pocos pagan impuestos y muchos de los que pagan, pagan menos de lo que de debieran.

El presidente Enrique Peña Nieto, al inaugurar el Foro México 2013, Políticas públicas para un desarrollo incluyente, anunció que su gobierno trabajará de cerca con organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, la Comisión Económica para América Latina, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Aseveró: esos organismos no vienen a darnos recetas ni imposiciones, sino a compartir su conocimiento sobre temas que analizan y estudian. Se dijo convencido de que México tiene oportunidades y por tanto de ninguna manera vamos a perder ritmo ni a ser complacientes con el ambiente muy favorable hacia el clima de cambio y transformación.

Peña Nieto afirmó que su gobierno no será una luna de miel y, por el contrario, habrá trabajo constante para impulsar el desarrollo del país, con objetivos y metas claras. “Queremos –puntualizó– un México que se aleje del escenario de violencia; un México de paz y de tranquilidad para todos; un México incluyente que permita atender lo que hoy más lastima y lacera: un país en condición de pobreza y con desigualdad”. Pero por el otro lado, afirmó, México tiene muchas fortalezas, como tener una condición de estabilidad macroeconómica muy superior a la de otros países; una condición de deuda baja, y una proyección ante el mundo de gran confianza.

“(Pero) no puede ser sólo de la luna de miel, sino más bien, debe ser la ocasión y oportunidad de alentarnos y de motivarnos… construir lo necesario para que México pueda aprovechar esta riqueza que sabemos que tenemos y que tenemos que aprovechar en beneficio de todos los mexicanos”, expuso el mandatario. Sabemos hacia dónde queremos ir, particularmente alejarnos de un escenario de indolencia, afirmó.

En sus participaciones los titulares de la OCDE, José Angel Gurría; de la Cepal, Alicia Bárcena; del BID, Luis Alberto Moreno, y el representante del Banco Mundial, el vicepresidente regional para América Latina y el Caribe, Hasan Tuluy, manifestaron el apoyo de cada una de las instituciones a su cargo al gobierno de Peña Nieto para impulsar los cambios y acciones necesarias para posicionar a México en un lugar protagónico en el concierto internacional; impulsar su desarrollo económico y ubicarlo en el liderazgo de lo que podría llegar a ser la década de América Latina.

Alicia Bárcena Ibarra, secretaria ejecutiva de la Cepal, planteó que ese organismo postula que la igualdad debe ser el principio ético normativo primordial y el objetivo último. El país, puntualizó, debe romper con el paradigma de la desigualdad, profundizada, entre otras razones, porque el salario real de los trabajadores sigue siendo el mismo desde 1980. La desigualdad conspira contra el desarrollo y la seguridad, advirtió.

También se refirió a la necesidad de que el gobierno federal capte más recursos económicos para promover la inversión.

Desde su punto de vista son tres los desafíos fundamentales: apuntalar un crecimiento sostenido, estable y robusto, generador de empleos de calidad transformando los sistemas productivos y avanzando hacia actividades intensivas en conocimiento e innovación; una agenda pro igualdad basada en una estructura productiva más convergente, con mejor distribución de los factores productivos, con cierre de brechas de productividad y de ingresos laborales mediante la construcción de capacidades para absorber el progreso técnico y, tercero, un compromiso ineludible con la sostenibilidad ambiental, que se base en un mejor aprovechamiento de los recursos naturales, aplicando los avances tecnológicos para lograr saltos productivos sin dañar el medio ambiente.

A su vez el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, hizo notar que para impulsar un programa efectivo de políticas públicas que promueva la inclusión social requerirá de una importante movilización de recursos públicos. “En esencia, la reforma hacendaria deberá estar asociada a un arreglo social y fiscal que permita garantizar la demanda, más que genuina, de una protección social plena”.

También mencionó a la necesidad de atender los múltiples desafíos para el desarrollo que afrontan los gobiernos subnacionales y que requieren, por lo general, la acción conjunta y coordinada de los distintos niveles de gobierno: Es prioritario fortalecer las finanzas públicas locales mediante una mayor recaudación local, presupuestos transparentes y orientados a resultados, así como una gestión adecuada de obligaciones financieras y pasivos contingentes, dijo.

Hasan Tuluy en su participación manifestó que México tiene una ventana de oportunidad que no tiene por qué perder y también sentenció que es el momento de México.

El país ostenta finanzas públicas sanas, inflación controlada, crecimiento que duplica el promedio de los países ricos, una banca bien capitalizada, acuerdos comerciales con 44 países. Todo esto en un momento en el que las empresas trasnacionales buscan mejores oportunidades de inversión ante la desaceleración en los países desarrollados y el aumento de los costos de producción en China y otros países emergentes, añadió.