El subcampeón olímpico de marcha en Sydney 2000, Noé Hernández, quien hace 10 días recibió un balazo en la cabeza en un bar y quedó casi sin visión, dijo ayer que el incidente pudo haber sido un ataque personal y no fortuito.

Lo siento así. Tal vez querían atacarme personalmente o algo así, porque el disparo fue casi casi planeado, por la posición, dijo el ex marchista a un noticiero matutino de televisión, y agregó que desde hace años recibía amenazas telefónicas.

Hernández, de 34 años, ganó medalla de plata en Sydney en la prueba de 20 kilómetros de caminata y ahora trabaja como encargado de deportes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el estado de México.

Según relató, no recuerda los detalles del tiroteo, que ocurrió en un bar en el municipio de Los Reyes La Paz, la madrugada del 30 de diciembre, y que dejó dos muertos y otro herido.

Tuve la mala fortuna de que ese proyectil me borró toda la línea, aseguró Hernández, quien perdió el ojo izquierdo y prácticamente toda visión con el derecho. No recuerdo lo que pasó, de verdad, ni cómo fui agredido y trasladado, añadió.

El ex competidor, quien habló de manera muy articulada en la entrevista, aunque en algunos momentos se quedaba un rato en silencio, afirmó que ese día iba a tener un encuentro con ex compañeros de la escuela que no se realizó y luego fue solo al bar, porque el escolta que le presta servicios estaba de vacaciones.

Señaló que su chofer le dijo que antes de ir a Los Reyes le había hablado para que le llevara dinero, porque iba a hacer unos gastos, pero recuerdo haber quedado (de verme con alguien).

El deportista relató que desde hace muchísimos años recibía llamadas telefónicas de personas que le decían que lo tenían vigilado y que lo iban a secuestrar, y relató que su chofer había sido víctima de un plagio hace un tiempo. Después de ese episodio decidió contratar un guardaespaldas.

Hernández, a quien la bala le entró por un lado del cráneo y le salió por el otro y fue sometido a tres intervenciones quirúrgicas, dijo que el tiro fue bien planeado. La pistola estuvo en el rostro, en la cabeza, y es para de una vez liquidar a alguien. Siento que tal vez iban por mí. No sé por qué lo presiento de alguna forma así.

El medallista olímpico afirmó que su recuperación ha sido rápida y que ahora le tocará trabajar en la rehabilitación de la visión.

Dijo que con el ojo derecho ve todo rojo y figuras confusas, incluso de niños que no están presentes, mientras en el izquierdo a futuro podría usar alguna prótesis.

En casa

Noé Hernández pasó ayer su primer día en casa, acompañado de sus familiares en el municipio de Chimalhuacán.

Dijo sentirse cobijado por sus seres querido y al recibir el calor casero admitió estar ante una segunda oportunidad de vida, la cual valora más y buscará en todo momento estar más cerca con sus hijas y su esposa.

Me siento bien. Tengo a mi familia que estuvo conmigo en todo momento, dijo, y agregó que iniciará su rehabilitación, ya que siente el cuerpo adolorido.

Sin embargo, está tranquilo porque sabe que superará esta etapa, como lo hice cuando gané la medalla en Australia. Tengo mucha fuerza para hacerlo.