Miércoles 9 de enero de 2013, p. 8
Londres, 8 de enero. La Tate Modern de Londres atrajo un total de 5.3 millones de visitantes en 2012, cifra sin precedente desde su apertura en el año 2000, y que supone un alza de 9.5% con respecto al año anterior, según datos del propio museo.
Este año excepcional
, como lo definió el subdirector de la red de galerías Tate, Alex Beard, fue propiciado principalmente por la primera gran retrospectiva del enfant terrible del arte británico, Damien Hirst, y la inauguración de los Tanks, los antiguos depósitos de combustible de la central eléctrica reconvertida en el museo de arte moderno a orillas del Támesis.
La entrada a la Tate, el museo de arte contemporáneo más visitado del mundo, es gratuita para la colección permanente, pero las exposiciones temporales son generalmente de pago.
La de Hirst, con sus tiburones en formol y su calavera de diamantes, fue vista por un total de 463 mil personas entre abril y septiembre.
Concebida inicialmente para 2 millones de visitantes anuales, la Tate Modern está actualmente inmersa en un proceso de extensión que duplicará su espacio de exhibición.