La corporación reclutó aspirantes en varios estados y el Distrito Federal; 400 son mujeres
Reciben salarios de $13 mil mensuales, vivienda y cursos de especialización
Fuerza Civil fue creada en 2011 para hacer frente al crimen organizado y sanear la seguridad pública en NL
Lunes 7 de enero de 2013, p. 29
Monterrey NL, 6 de enero. Ruby vivía en San Andrés Chiautla, estado de México. Víctima de la violencia familiar, decidió separarse de su marido. Para sobrevivir vendía ropa en la plaza textil del municipio vecino de Chiconcuac y completaba el gasto dando clases de zumba, por las que recibía 10 pesos de cada participante; su economía estaba en crisis. Ahora vive en Monterrey, trabaja en la nueva policía de Nuevo León, Fuerza Civil, y gana 13 mil pesos mensuales netos.
Como Ruby, cientos de mujeres solteras, divorciadas o separadas, con o sin hijos, han sido reclutadas por la policía regiomontana en Guanajuato, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí, Chiapas, el estado de México y el Distrito Federal, entre otras entidades. En la carrera policial unas 400 mujeres y sus familias han encontrado una opción digna para ganarse el sustento y una salida a historias de violencia familiar, desempleo y desamparo.
La nueva policía local fue creada en mayo del 2011 con el fin de encarar al crimen organizado y limpiar las corporaciones mediante la integración de elementos sin antecedentes.
Ruby planea dejar de vivir con sus compañeras en la Ciudad Policial, donde habitan los elementos de la corporación, para convivir con sus dos hijos, uno de 11 años y otro de 17 años, quienes todavía se encuentran en el estado de México. Vivirá en la casa que le otorgó Fuerza Civil a cambio de 250 pesos mensuales.
Quiere reconstruir la relación con sus hijos, pues la violencia a que la sometía su marido cuando estaba casada hizo que sus hijos le perdieran el respeto. Se enojaban, me reclamaban: ¿por qué te dejas golpear?
, recuerda.
Tras 14 años de matrimonio, Ruby denunció a su pareja en dos ocasiones, pero las autoridades no atendieron sus denuncias, por lo que decidió separarse. “El amor a mis hijos me dio la fuerza para salir adelante –señala–. Nunca había disparado un arma; mi familia jamás imaginó que una mujer fuera capaz de pertenecer a una corporación”.
Revisa su historia y reconoce que separarse de su marido, enlistarse en la corporación, mudarse a otro estado y cambiar de actitud le ha dado gran fuerza. Después de esta experiencia no podría permitir que un hombre me faltara al respeto y me tratara a golpes
, concluye.
De fuera de Nuevo León, 60 por ciento de los reclutas
Fuerza Civil consta de 2 mil 536 elementos; 60 por ciento (mil 480) fueron reclutados en estados distintos de Nuevo León. Cuatrocientos de sus integrantes son mujeres. Todos reciben un sueldo que va de 14 mil a 18 mil 550 pesos mensuales (antes de impuestos), viven en la Ciudad Policial y estudian en la Universidad de Fuerzas de Seguridad.
El 20 de diciembre esta corporación se convirtió en órgano desconcentrado de la Secretaría de Seguridad Pública, bajo el mando del secretario, con una jefatura del Estado Mayor y unidades operativas.
Desde octubre de 2011 Elisa forma parte de la corporación. Ella es madre soltera y fue reclutada como agente operativo en Celaya, Guanajuato. Cuando acudió a la convocatoria del cuerpo que encabeza el comisario Jesús Gallo Gutiérrez, estaba desempleada.
Tras culminar la preparatoria, buscó ganarse la vida en una compañía de telefonía, pero los 700 pesos que recibía a la semana eran insuficientes y renunció.
Ahora Elisa, además de su salario, recibe prestaciones como vivienda, servicios, comida y estudios; en Ciudad Policial comparte un dormitorio con 20 compañeras. Trabaja 20 días seguidos y descansa cinco, que utiliza para viajar a Celaya a ver a su familia, en particular a su hijo, quien está encargado con sus abuelos.
En un año y tres meses que lleva en la corporación, Elisa bajó 27 kilos. Debido a su sobrepeso, debió firmar un compromiso con las autoridades policiales; asiste a la universidad policial y asegura que daría su vida por sus compañeros.
Ivonne, de 29 años, fue reclutada en Nuevo León y reconoce el valor de los integrantes de la institución que proceden de otros estados. La gente aquí tiene más miedo que en el resto de la República
, dice.
Es madre soltera y tiene cuatro hijas, la mayor de 10 años y la menor, de uno. Ingresó hace año y medio. Fuerza Civil me ha fortalecido como ser humano. Antes me molestaba que me dieran órdenes, hacía lo que quería. Ha sido difícil porque te hablan con un lenguaje muy rudo, pero he aprendido a fortalecerme, disciplinarme y obedecer
, señala.
Datos de la Secretaria de Seguridad Pública estatal indican que 74 mil personas han respondido la convocatoria de Fuerza Civil; 35 mil 933 aceptaron las reglas y presentado exámenes sicométricos; 19 mil 957 los aprobaron; 8 mil 8 aprobaron además las pruebas de confianza; 4 mil 84 aceptaron el reto, y de ellos sólo 2 mil 536 permanecen en la corporación.