El gobernador Arturo Núñez
s infrecuente darle la bienvenida a un nuevo gobernador. La mayoría alcanza el poder gracias a una maniobra de la partidocracia. Unos pocos tienen un sólido respaldo popular y poquísimos rinden buenas cuentas. Creo que Arturo Núñez llega a la gubernatura de Tabasco con viento favorable y con un optimista pronóstico de su gestión. Hay varias razones:
1. Trayectoria. Ha recorrido prácticamente todas las áreas de la administración pública con desempeño sobresaliente y honradez impecable. Fue un priísta leal al Estado. No se ha dejado abrumar por la solemnidad de los usos y costumbres políticos, maneja y disfruta el sentido del humor. En forma clara y digna se traslado a las filas de la oposición y al PRD y cumplió su sueño juvenil de competir y ganar por la gubernatura de su Estado natal.
2. Lealtad. Al asumir su cargo reunió un conjunto impresionante de personajes que representaban la pluralidad política de México. Expresó su gratitud a todos sus jefes y a sus compañeros destacados de su etapa priísta. Reconoció, con profunda gratitud, el apoyo de AMLO a su candidatura y su triunfo, lo que le valió una ovación mayor. Este reconocimiento contrastó con la ingratitud de muchos”aliados” de AMLO, quienes a pesar de deberle sus triunfos se apresuraron a deslindarse de su liderazgo. Creo que la gratitud acompaña a la lealtad y que es característica suprema en los buenos políticos.
3. Retórica insólita. Núñez prometió perseguir y encarcelar a quienes robaron y endeudaron indebidamente al Estado. No sólo se comprometió a perseguir los delitos sino a desmantelar a los grupos de presión y a la red de intereses generados en 83 años en el gobierno de Tabasco. Si lo logra, movería las conciencias y establecería un precedente imposible de ignorar para los demás gobiernos locales y el federal. Sería una gran contribución a la democracia mexicana que esta erosionada por la corrupción y la impunidad.
4. Desafíos. El gobernador Núñez tendrá que impulsar muy complejo proyecto de recuperación de Tabasco que perdió en décadas recientes el lugar relevante que tenía para estar hoy en un momento crítico con su aparato económico gravemente dañado, con una población cada vez más empobrecida y desigual, agraviada y ferozmente irritada. Será una tarea muy difícil salir de la pesadilla. La nación entera observará con gran esperanza al gobierno del cambio en Tabasco.