Milán, 4 de enero. Italia elogió al jugador ghanés Kevin-Prince Boateng y al AC Milán por su respuesta a los gritos racistas que provocaron que el pasado jueves los jugadores del club de primera división abandonaran la cancha, poco después de empezar un partido amistoso contra el equipo amateur Pro Patria.

¡Por fin!, dijo el seleccionador de la azzurra, Cesare Prandelli, quien habló en nombre de jugadores, funcionarios de clubes, asociaciones e hinchas.

Todos somos Boateng, tituló este viernes La Gazzetta dello Sport tras la histórica reacción del jugador en el estadio de Busto Arsizio por la vergüenza racista. Milan ha dado al calcio una gran lección, sentencia por su parte Il Corriere dello Sport.

Boateng, quien calificó el hecho de infame, agradeció el respaldo a través de Twitter: ¡Gracias por el apoyo y la comprensión que significan mucho!

El jugador ghanés, nacido en Berlín, fue quien interrumpió el juego al minuto 26 del partido en casa del Pro Patria, de la cuarta categoría del futbol italiano.

Visiblemente enojado, el centrocampista lanzó el balón contra el público, se quitó la camiseta y dejó el terreno de juego seguido por sus compañeros. El árbitro suspendió el partido con el marcador sin goles y no lo reanudó. Además de Boateng, los jugadores M’Baye Niang y Sulley Muntari también habrían sido insultados.

La policía de Varese explicó que los responsables pudieron ser identificados gracias a la ayuda de grabaciones de video. Se trata de unos 40 hinchas, quienes podrían ser procesados y sancionados cinco años sin entrar a un estadio de futbol. El fiscal Mirko Monti abrió un sumario por odio racial.

Por su parte, el presidente de la Federación Italiana de Futbol, Giancarlo Abete, inició una investigación en la justicia deportiva. Es un insulto intolerable para todo el futbol italiano, sentenció.

Estamos tan hartos de esto, dijo Prandelli, al tiempo que calificó de ejemplar la decidida actuación contra los aficionados racistas del Milán, encabezada por un valiente Boateng. Un gran equipo, un gran entrenador y un gran hombre, elogió el técnico de la Nazionale.

Esta señal ejemplificadora del ghanés podría convertirse en un punto de inflexión en la lucha contra el racismo, dijo el alcalde de Milán, Giuliano Pisapio.

Ahora necesitamos una política de tolerancia cero, exigió por su parte Barbara Berlusconi, del consejo directivo del AC Milán e hija del propietario del club, Silvio Berlusconi.