Los integrantes de la primera Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), 1994-1997, Jaime Martínez Veloz, José Narro Céspedes y Juan Guerra Ochoa, llamaron al Congreso de la Unión a reintegrar de inmediato dicho organismo para poder dar respuesta al justo reclamo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) acerca del cumplimiento de los acuerdos de San Andrés Larráinzar.

En mensaje dirigido a los legisladores, advierten que es obligatoria la reactivación de la Cocopa, según señala la Ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna en Chiapas, además de ser necesario su papel de coadyuvancia ante los acontecimientos del pasado 21 de diciembre, cuando más de 40 mil zapatistas marcharon en los municipios de Ocosingo, Las Margaritas, Altamirano, Palenque y San Cristóbal de Las Casas.

Reconocen el hecho de que la Comisión Permanente del Congreso haya aprobado recientemente un punto de acuerdo demandando que se dé cumplimiento cabal a los acuerdos de San Andrés.

En tanto, el senador priísta Arturo Zamora manifestó que con las reformas realizadas hace 19 años se han reconocido constitucionalmente los derechos de los pueblos indígenas, y eludió responder si se requiere que el gobierno de Enrique Peña Nieto se siente a dialogar con el EZLN.

Sobre la reaparición de los zapatistas, señaló: Si hoy alzan la voz con el ánimo de ser escuchados, frente a un silencio de aproximadamente seis años que a todos nos llama la atención, me queda claro que estarán viendo en el nuevo gobierno una actitud de escucharles y de dar respuesta.

A su vez, los integrantes de la primera Cocopa celebraron la decisión de los zapatistas de manifestarse en varios municipios de Chiapas: Saludamos con beneplácito la actitud firme, digna y disciplinada del EZLN y su reafirmación en el justo reclamo por el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés.

También felicitaron a los zapatistas por haber consolidado sus niveles de organización interna y haber perdurado en el tiempo, a pesar de quienes creyeron que la fatiga y el desgate terminarían por diluir su organización.

Martínez Veloz, Narro Céspedes y Juan Guerra indicaron que la reaparición de las bases zapatistas revela que fracasaron quienes apostaron a su desaparición, y hoy el EZLN demuestra que es una organización más fuerte, más sólida y con mejor capacidad de movilización, lo cual permitirá expresar con mayor fortaleza la justeza de sus reclamos.

También hicieron un reconocimiento al gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, por apoyar públicamente el reclamo indígena de que se cumplan los acuerdos de San Andrés en los términos en que se firmaron originalmente. Eso habla de una actitud sensible frente a la problemática indígena y de una vocación por la paz justa y digna que demandan los pueblos indígenas de México.

En el Palacio Legislativo de San Lázaro, el senador priísta Arturo Zamora refirió que se ha dado respuesta a las demandas indígenas. “Desde el punto de vista legislativo, si revisamos el artículo segundo constitucional, en los últimos 19 años se ha dado a las comunidades indígenas, incluyendo lo que se desprende de los acuerdos de San Andrés Larráinzar, una serie de derechos que han sido elevados a rango constitucional: derechos a preservar su cultura, su autonomía, a la tenencia de la tierra, a la educación, a la vivienda.

“Todo ello –argumentó– no estaba consagrado en nuestras leyes fundamentales y hoy forma parte de la norma constitucional. Hoy esta comunidad chiapaneca y todos los pueblos indígenas del país gozan de derechos, incluso, a participar en la democracia (sic)”.

–En los hechos persiste la marginación de las comunidades indígenas, el atraso, la pobreza, etcétera. ¿Es necesario que el gobierno de Peña Nieto se siente a dialogar con el EZLN?

–El gobierno de Enrique Peña Nieto empieza funciones generando grandes acuerdos, pactos muy importantes, logrando caminos de diálogo y comunicación. Seguramente tendremos un diagnóstico de la pobreza que aumentó los últimos años. Por eso hablo de establecer el trabajo formal...

–¿Habrá diálogo con el EZLN?

–Con todos los indígenas del país.