El ex marchista Noé Hernandez avanzó en su recuperación del estado grave al delicado, en terapia intermedia, ya que le fue retirada la sonda de alimentación. Se levantó y dio unos pasos, continúa con lenguaje incongruente, y aunque se encuentra disminuido de facultades, los estudios reportan una disminución de riesgo de meningitis.

El subcampeón olímpico de Sydney 2000, que la madrugada del pasado domingo fue una de las víctimas en una balacera en un bar en la carretera México-Texcoco, tras lo cual perdió el ojo izquierdo y la visión del derecho está en riesgo, mostró ayer nuevos signos de progreso.

Hoy tenemos avances importantes en cuanto a la salud de Hernández. Por fortuna son positivos, que favorecen su salud. Entre ellos tenemos que reportar que todavía hay unos picos febriles, pero mínimos, que los consideramos normales, comentó el doctor Carlos Castillo Rangel, director de la Clínica de Neurotraumatología de Bosques de Aragón, donde se atiende al ex andarín.

“El día de hoy su estado de salud es delicado, ya no grave ni crítico, con 50 por ciento menos de inseguridad al caminar, sin peligro de neumonía. Solamente persiste el riesgo, que va disminuyendo, de infección del sistema nervioso central.

Ya se le retiró la sonda gasogástrica que tenía por la nariz para la alimentación y él está comiendo. Se paró a deambular unos pasos y tose y expulsa secreciones fuertes, lo cual le quita el riesgo de la neumonía. Ya descartamos que vaya a padecer una fulminante, lo cual disminuye 50 por ciento para su vida, apuntó el médico.

Hernández, de 34 años y recién nombrado en noviembre pasado director del deporte del PRI mexiquense, tiene 50 por ciento menos agitaciones sicomotrices y, tras aplicarle un examen minimental para revisar su memoria y su estado de orientación en persona-espacio, tuvo un porcentaje de orientación de 17 puntos en un parámetro de 30.

Castillo Rangel estimó que en nueve días podrían dar el alta hospitalaria al ex marchista, quien por el momento desconoce que perdió la mayor parte de la visión y que tiene pendiente su declaración a las autoridades que investigan los hechos, que en principio definieron como ataque de un comando armado, del que resultaron dos hombres muertos y otro herido, además de Hernández.

Aún no está en condiciones de hablar con el Ministerio Público por la cuestión minimental que está en 17 puntos y debe ser 30. Un paciente en otras condiciones, no como las de él, se considera demenciado, dijo, y agregó que le aplicará diariamente ese test para revisar su evolución.

Acerca de la visión, indicó que el ex atleta será sometido a exámenes constantes, pero “hasta ahorita no nos ha preguntado nada, solo dice ‘no alcanzo a distinguir bien’ y eso es todo”

Daniel Aceves, presidente de la Asociación de Medallistas de México, quien saludó a Hernández –entre familiares y amigos que estuvieron con él–, le informó sobre la atención que ha generado su caso: Hay más medios que cuando ganaste la medalla, bromeó, pero después confirmó que el ex andarín no cita nada acerca de lo sucedido y tampoco se le comenta sobre la pérdida total del ojo izquierdo, para lo que, estimó, requerirá apoyo sicológico.