La Profepa debe impedir que continúe la tala clandestina
Jueves 3 de enero de 2013, p. 35
Aunque la reforestación fue una de las principales preocupaciones de la administración pasada, continúa la pérdida de bosques y selvas y debe buscarse que el dueño de los recursos forestales tenga una vida digna con la explotación de ellos, señaló la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
La cifra de pérdida de bosques varía según la institución: unos dicen que al año se deforestan 150 mil hectáreas y otros advierten que se trata de 850 mil; la Universidad Nacional Autónoma de México habla de 500 mil, señaló el titular de la Semarnat, Juan José Guerra Abud.
Consideró que los programas de reforestación y de apoyo que emprendió la pasada administración hablan de que había preocupación por los temas del bosque, por los beneficios que trae, pero al final del día la realidad es que sigue habiendo deforestación
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Dijo en entrevista que el dueño del recurso forestal puede obtener una vida digna de la explotación del recurso forestal y los ingresos suficientes para no hacer una tala irracional del bosque.
Además, agregó, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) debe elevar los niveles de supervisión para garantizar que no se dé la tala clandestina.
La vocación ambientalista de la pasada administración ha quedado documentada, lo que tenemos que hacer es cerrar la pinza y amarrar los cabos que nos permitan garantizar que el dueño del recurso forestal no tenga que depredar el bosque para llevar una vida digna
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Si no garantizamos que el dueño del recurso tenga ingresos suficientes para dar a su familia una vida digna, cualquier esfuerzo no tendrá resultados. Tenemos que garantizar una capacitación para que se puedan llevar a cabo programas de sustentabilidad: eso es lo que estamos trabajando con la Comisión Nacional Forestal (Conafor). Lo que no podemos permitir es la tala clandestina
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De acuerdo con el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, en México se explota sólo 28.2 por ciento de la superficie estimada con potencial para aprovechamiento maderable, que en total suma 21.6 millones de hectáreas. Si se toma en cuenta que la mayor parte de los bosques y selvas en México son propiedad de ejidos y comunidades, resulta inquietante saber que únicamente 9.5 por ciento de los núcleos agrarios del país reportaron en 2007 haber realizado actividades forestales
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Habría 56.8 millones de hectáreas de bosques y selvas que no son para su poseedor una alternativa de ingreso.
“La política forestal no ha logrado que los