El vestigio al parecer representa a un hombre cuyos restos se encontraron en la zona de Atzompa
La pieza de cerámica tiene el nombre 8 Temblor, señalan los arqueólogos del INAH
Jueves 3 de enero de 2013, p. 5
Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han dado continuidad a las investigaciones de una vasija hallada hace unos meses dentro de un templo funerario de la zona arqueológica de Atzompa, en Oaxaca, y afirman que tal objeto podría indicar el nombre de uno de los personajes enterrados en la Cámara 3 del complejo mortuorio, descifrado como 8 Temblor.
La pieza de cerámica con representación humana tiene una antigüedad aproximada de mil 200 años, conserva intactos sus colores rojo, ocre y verde de tono grisáceo, muestra a lo largo de su cuerpo una serie de atributos que lo vinculan con un individuo de alto rango de la antigua urbe de Atzompa, que se localiza sobre el cerro del Bonete y fue uno de los núcleos de la antigua metrópoli de Monte Albán.
De acuerdo con la descripción del arqueólogo Eduardo García Wigueras, responsable de los trabajos de exploración en el edificio de carácter funerario, la vasija efigie destaca por la elaborada vestimenta del personaje representado, compuesta por una capa de plumas, un collar de borlas, orejeras con incrustaciones y un ceñidor; es justo ahí donde se encuentran distribuidos una serie de elementos iconográficos que hacen referencia al nombre de la persona representada en la pieza. “Aparece el glifo ‘Temblor’ y el numeral 8, el cual fue descifrado por el arqueólogo Alfonso Caso” por la década de 1950.
Otro elemento sobresaliente de la vasija efigie es su tocado (de 34 centímetros de altura), en el cual está representado un reptil rodeado de plumas y con las fauces abiertas. Para varias culturas prehispánicas, entre ellas la zapoteca, esta especie de serpiente emplumada o monstruo de la tierra, era un animal mítico, poderoso, que tenía injerencia tanto en el ámbito celeste como en el terrestre, y por tanto solía vincularse con personajes de elevado estatus político.
En el interior de la Cámara 3 del templo mortuorio (edificado entre 750 y 900 dC), además de dicha vasija efigie, se halló otra de menores dimensiones de color rojo con la representación de una diosa y los restos óseos de dos individuos, uno de los cuales probablemente sea el representado en la urna policroma.
Una de las osamentas corresponde a un adolescente, probablemente una mujer. El otro esqueleto hallado es de un individuo masculino adulto, lo característico de sus restos es que el cráneo presenta deformación. En general, el entierro fue cubierto con pigmento rojo, al igual que la vasija, de manera que existe la posibilidad de que dicho individuo sea el mismo personaje de la pieza de cerámica 8 Temblor
, puntualizó.
Actualmente, el INAH lleva a cabo distintos análisis para conocer más acerca del sitio mortuorio donde ocurrió el hallazgo; se espera la restauración total de las piezas.