Atentados en varias regiones del país provocan más de 20 muertos
Miércoles 2 de enero de 2013, p. 18
Bagdad, 1º de enero. El primer ministro de Irak, el chiíta Nuri Maliki, ordenó este martes la liberación de casi todas las mujeres detenidas en el país –más de 700–, en un intento por calmar las protestas en zonas sunitas, y amenazó con recurrir a las fuerzas del orden para poner fin a las manifestaciones.
En respuesta a una de las principales reivindicaciones de los manifestantes, Maliki ordenó la liberación de las mujeres, con excepción de las 210 encausadas o condenadas por delitos de terrorismo, señaló Jalede Mula, el negociador designado por el primer ministro, que no precisó la fecha de las liberaciones.
Las protestas, esencialmente en las zonas de mayoría sunita del oeste y norte del país, estallaron luego de que el 20 de diciembre fueron arrestados por terrorismo
al menos nueve guardias del ministro de Finanzas, Rifaa Issawi, sunita criticado muy a menudo por sus colegas chiítas del gobierno.
Los manifestantes, que bloquean desde hace diez días la ruta que lleva a Siria y Jordania, acusan a las autoridades, dominadas por los chiítas, de abusar de la legislación antiterrorista en contra de la minoría sunita.
El gobierno llamó el lunes a poner fin a las manifestaciones –consideradas ilegales– y pidió a los funcionarios del norte del país que ignoren los llamados a una huelga general. Los detractores acusan al primer ministro de acaparar el poder.
En este contexto, el lunes se perpetraron atentados en varias regiones del país, que dejaron al menos 23 muertos y 83 heridos. Unos 15 ataques sucedieron en 13 ciudades, indicaron las autoridades.
Los atentados estaban dirigidos contra funcionarios gubernamentales, fuerzas de seguridad y la comunidad chiíta musulmana en las provincias de Hilla, Kirkuk, Diyala y Bagdad, sin que ningún grupo haya reivindicado las acciones.
La mayoría fueron dirigidos en contra de peregrinos chiítas antes del comienzo, esta semana, de la celebración de la fiesta del Arbain o De los 40 días.
En el ataque más letal murieron siete personas, incluidos tres mujeres y dos niños, en la explosión de tres casas de la ciudad de Musayeb, al sur de Bagdad, donde además cinco personas fallecieron por un coche bomba que estalló cerca de donde pasaba una peregrinación que se dirigía al ciudad santa de Kerbala.
En Hilla, capital de Babilonia, un coche bomba estalló frente a las oficinas del gobernador y ocasionó la muerte de dos personas. El gobernante no estaba en las instalaciones.
Pese a estos atentados, el balance de muertos por la violencia en Irak cayó en diciembre a uno de sus índices más bajos de 2012, indicó Afp, con base en informaciones médicas y de seguridad. En total, 139 personas fueron asesinadas ese mes.