Viena, 1° de enero. La Orquesta Filarmónica de Viena celebró la llegada del nuevo año con su tradicional concierto, que fue seguido por millones de televidentes de todo el mundo y dedicado a obras de la dinastía Strauss, de Richard Wagner y de Giuseppe Verdi.

Este año la filarmónica se presentó bajo la dirección del austriaco Franz Welser-Most, que ofreció los famosos valses y polkas de los Strauss, pero además sumó a su repertorio, por primera vez, obras de Wagner y Verdi. Este año se celebrará los 200 años del nacimiento de ambos compositores.

Además, 11 de las obras presentadas eran estrenos: el vals De las montañas, de Johann Strauss hijo, no habían sido ejecutado nunca en público.

Soy una persona curiosa, admitió Welser-Möst al comentar el repertorio.

De Wagner, el programa incluía el tercer acto de la ópera Lohengrin, y de Verdi, el prestissimo de Don Carlo.

El director recordó que la familia Strauss mantuvo un estrecho contacto con Wagner y que Verdi también había jugado un papel importante para la familia de compositores.

El concierto fue transmitido en vivo a 81 países. El interés a nivel global por seguir el tradicional acto cultural fue tan grande que la página web en la que podía accederse a la versión digital sufrió restricciones.

Entre quienes pudieron disfrutar del concierto en vivo estaban el presidente de Austria, Heinz Fischer, y la bisnieta de Josef Strauss, Hedwig Igner-Strauss, actualmente de 90 años.

La sala fue decorada con 30 mil flores rosas y lilas, y la presentación también contó con la participación del balet estatal de Viena.

Al cerrar el concierto oficial, el director, Welser-Most, mostró su lado humorístico. Al interpretar Recuerdo de Ernst, de Johann Strauss padre, obsequió muñecos de peluche a los músicos de la orquesta y se puso un gorro de cocinero para dirigir los últimos compases.

El año próximo, la filarmónica será dirigida por Daniel Barenboim, quien ya inauguró el año 2009 al frente de la orquesta.