Advierte el INEE que los resultados del aprendizaje son menos favorables en la pobreza
Condiciones estructurales representan retos para que el Estado garantice derecho a la educación
En los años recientes, la inasistencia escolar se agudizó más entre la población vulnerable, ya que es 61 puntos menor para los adolescentes y jóvenes que trabajan en jornadas largasFoto La Jornada
Lunes 31 de diciembre de 2012, p. 33
En los años recientes, la inasistencia escolar se agudizó más entre la población vulnerable, ya que es 61 puntos menor para los adolescentes y jóvenes que trabajan en jornadas largas y 27 puntos porcentuales menos para el sector juvenil que se encuentra en pobreza alimentaria, alertó el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
El organismo, que en las pasadas semanas ha sido objeto de polémica porque la reforma educativa le otorga facultades para la evaluación del magisterio, indicó que, a pesar de que en la última década se registraron avances importantes en términos de equidad en el acceso a la enseñanza obligatoria, la inasistencia a estos niveles escolares es mucho mayor en los alumnos en hogares pobres e indígenas que viven en localidades aisladas o cuyos padres cuentan con poca escolaridad.
El INEE enfatizó que existen condiciones estructurales que representan importantes retos para que el Estado garantice el derecho a la educación, como por ejemplo la acentuada desigualdad en la distribución de la riqueza. Esto, en razón de que mientras 21.2 millones de mexicanos viven en situación de pobreza alimentaria, 11.3 millones –el 10 por ciento más rico– concentran 38 por ciento del ingreso corriente nacional.
Otras de estas condiciones se refieren al tamaño poblacional, ya que de los más de 112 millones de mexicanos, casi 30 por ciento tienen entre tres y 17 años, es decir, la edad típica para cursar la educación obligatoria, que ahora es desde el prescolar hasta la educación media superior.
El instituto también hizo mención de la dispersión poblacional, por la que 23 por ciento de los habitantes vive en alguna de las 188 mil 594 localidades rurales en el país, y de la diversidad lingüística, puesto que 6.2 por ciento de la población de tres años y más habla alguna de las más de 60 lenguas indígenas.
El INEE advirtió que los resultados de aprendizaje son menos favorables para los más pobres: una cuarta parte de quienes asisten a prescolares comunitarios no sabe que se lee y escribe de izquierda a derecha y de arriba abajo, mientras el porcentaje para en niños no desfavorecidos es de 10 por ciento.
En la primaria, el número de estudiantes de las poblaciones más vulnerables que no pueden resolver una multiplicación o una división casi es tres veces mayor que el de los niños que no viven en pobreza.
A ello se suman las condiciones de carencia de las escuelas a las que asisten los niños más pobres de México. Cuarenta y cuatro por ciento de los planteles del país son multigrado, lo que significa que un profesor atiende al mismo tiempo a alumnos de diferentes grados.
Esta condición se presenta en el 100 por ciento de las primarias comunitarias y en dos de cada tres centros escolares indígenas.
Además, agregó el INEE, los perfiles de los docentes de primaria muestran que quienes laboran en escuelas rurales e indígenas son más jóvenes, tienen menor experiencia y mayores dificultades para acceder a los programas de compensación salarial, como el de carrera magisterial.