osep Guardiola, el exitoso ex técnico del Barcelona, impuso una moda que parece haber impresionado a muchos, entre ellos al seleccionador mexicano José Manuel de la Torre: no dar entrevistas. Ojalá Chepo siga el ejemplo de forma total y termine abarrotando de trofeos las vitrinas del Tri, como lo hizo el entrenador catalán en su equipo.

Cuando De la Torre tomó las riendas de la selección nacional, de inmediato realizó una gira de consulta con varios ex timoneles tricolores, que incluyó a Javier Aguirre, Enrique Meza, Manuel Lapuente y otros. Escuchó quejas, consejos y anécdotas. Su principal conclusión fue la decisión de mantener a raya a los medios de comunicación.

Esa es una de las premisas que Chepo cumple con rigor. Prefiere no dar entrevistas exclusivas. Habla en situaciones forzadas y generalmente con actitud a la defensiva: las obligadas ruedas de prensa que especifica el reglamento de la FIFA y, si acaso, afloja la rienda ante las televisoras, el voraz duopolio dueño del balón, pero tan sólo para decir obviedades, poco de fondo.

Para nadie es un secreto que el Vasco Aguirre en algún momento del camino perdió ese don de encantar a los reporteros con bromas y largas conversaciones. En su segunda etapa en el banquillo del Tricolor tomó distancia. Sin embargo, no supo evitar la telaraña de las televisoras, que se infiltraron hasta la cocina durante las concentraciones en Sudáfrica 2010.

Televisa y TvAzteca, junto con los patrocinadores, requerían –exigían– a los jugadores para la filmación de comerciales, mensajes y todo tipo de promocionales. Tal actividad ajena a lo deportivo absorbía por horas enteras a sus pupilos y los dejaba exhaustos, con el ego agigantando, soñándose como una estrella más del canal de las estrellas.

De ese reciente Mundial quedaron para la posteridad las imágenes de un Javier Aguirre irreconocible. Pocas horas antes de quedar eliminados ante Argentina, en rueda de prensa se le vio agobiado, incómodo, con la cachucha cubriéndole casi todo el rostro, hablando con desgano y poca claridad. Las especulaciones se dispararon en todos sentidos.

Y quién olvida el desliz de Antonio La Volpe en la Copa del Mundo de Alemania 2006. Cuando charló con un reportero en horas de la madrugada, al parecer el seleccionador llevaba algunas copas encima. Su reacción ante la publicación de las polémicas declaraciones fue de total enfado. De nada le valió afirmar que las hizo off the record.

De hecho, el entrenador argentino –sin duda uno de los mejores estrategas del Tri– siempre admitió que su talón de Aquiles resultó el pésimo manejo con los medios de comunicación, a cuyos representantes en cierta ocasión arrojó agua creyendo no ser visto. Empero, ahí quedó la foto de su travesura.

De eso y más tomó nota puntual Chepo de la Torre, quien hoy se blinda en lo posible de micrófonos y cámaras. Es la línea en su grupo de trabajo, expresó una fuente cercana después de que la Sub-23 ganó el oro en Londres 2012, hazaña que se convirtió en el máximo logro del futbol mexicano.

Luis Fernando Tena, técnico olímpico, no hizo sino cumplir los lineamientos decididos por su jefe: pocas declaraciones tras el éxito y prefirió resguardarse en un segundo plano, a pesar de que varios lo ubican como uno de los principales cerebros tácticos del Tri, así como de ser la cara amable y gentil entre el cuerpo técnico y los jugadores.

Mientras Guardiola se negaba a sentirse rehén de los más prestigiosos comunicadores, De la Torre apela a una especie de caparazón protector. Lo cierto es que su gestión ha sido buena. México concluyó la penúltima fase eliminatoria con las máximas notas y marcha invicto, listo para encarar el hexagonal final que dará tres boletos para el Mundial de Brasil.

Y luego de colgarse la dorada olímpica, el listón quedó alto para 2013, que llega con un calendario saturado de actividad, el cual incluye además la Copa Confederaciones, en junio, en Brasil, y la Copa Oro, en julio, más los amistosos que se les ocurra pactar a los federativos. El Tri arrancará actividades el 30 de enero ante Dinamarca, en Phoenix.

Falleció Salvador Reyes sin poder ver cumplida la promesa lanzada por Jorge Vergara de llevar a Chivas a vivir “un nuevo campeonísimo”. Su partida obligará sin duda al sentido homenaje en la jornada uno del Clausura 2013, que arrancará este viernes con el partido Morelia frente a Cruz Azul.

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