La mayoría de los indicadores no regresaron a los niveles previos a la crisis de 2009
Según datos del instituto de estadística, la tasa de desocupación permanece en 5% de la PEA
Lunes 31 de diciembre de 2012, p. 20
El denominado por el ex presidente Felipe Calderón sexenio del empleo
culminó con un déficit de 3 millones de nuevos puestos. Esa insuficiencia de oportunidades de trabajo ocasionó que la mayoría de los indicadores del rubro no hayan regresado a los niveles previos a la crisis de 2009.
De acuerdo con cifas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre enero de 2007 y octubre de 2008 (antes de la crisis) la tasa de desocupación (TD) era de 3.8 por ciento de la población económicamente activa (PEA) y, después de casi cuatro años de recuperación económica, continúa elevada, en 5 por ciento.
Además, el desempleo no ha sido mayor debido a que la informalidad ha funcionado como válvula de escape. Datos oficiales revelan que mientras al inicio del sexenio anterior 26.6 por ciento de personas ocupadas trabajaban en dicho sector, en el tercer trimestre de 2012 la proporción alcanzó 29.2, equivalente a 14 millones 221 mil 779 personas.
Ahora, si se considera la nueva medición del Inegi dada a conocer el 10 de diciembre de 2012, 29 millones 271 mil 23 personas se encuentran en la informalidad, lo cual significa que seis de cada 10 personas en el mercado laboral trabajan en plazas no registradas ante el Seguro Social.
Según un estudio del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), otro de los indicadores que no han regresado a su nivel previo a la crisis es la subocupación. Por ello las personas que reportaron al Inegi tener la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual les permite pasó de representar 6.8 por ciento de los trabajadores en el tercer trimestre de 2008 (antes de la crisis) a 8.7 en el mismo trimestre de 2012.
Bernardo Garza, experto del CEFP, explicó que lo anterior implica que 4 millones 246 mil 814 personas tienen necesidad de buscar un segundo empleo ante la insuficiencia de sus ingresos.
Por otra parte, de acuerdo con el Inegi, los trabajadores ocupados tuvieron un ingreso nominal promedio de 5 mil 528 pesos mensuales durante el tercer trimestre de 2012. Al descontarle la inflación, se observa que el ingreso cayó 1.2 por ciento en el último año.
Comparado con su nivel más alto previo a la crisis (segundo trimestre de 2007), los ingresos mensuales acumulan una caída real de 14.9 por ciento.
Aunada al deterioro que se observa en los indicadores de empleo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) subrayó que la reversión de los flujos migratorios fue un factor no previsto que influyó en el crecimiento de la oferta laboral del país.
También en el reporte de la consulta del artículo cuarto del Fondo Monetario Internacional (FMI) se concluye que la dinámica actual del mercado laboral ha estado influida por el regreso de los migrantes a México, aunque a mediano plazo la emigración a Estados Unidos podría retornar, dependiendo de la recuperación de su sector de la construcción.
En este contexto, el CEFP recordó que el gobierno entrante ha propuesto como eje de su política económica el incremento de la productividad laboral. Para ello fomentará la flexibilización del mercado laboral, la promoción de la competencia en todos los sectores económicos y la mejora del capital humano.
Adicionalmente buscará garantizar el acceso a una canasta básica de servicios de seguridad social y la protección efectiva de los trabajadores ante fluctuaciones en su ingreso, mediante un nuevo marco regulatorio.