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Promotores armaron un complot contra Dinamita: Beristáin

A golpes Márquez abrió puertas que le cerró el mundo del boxeo

Se protegió en exceso a Terrible Morales en perjuicio de su pupilo

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Nacho Beristáin y Dinamita Márquez saborean el reconocimiento a toda escalaFoto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Lunes 31 de diciembre de 2012, p. 3

Antes del éxito, Juan Manuel Márquez vivió momentos de desesperación e impotencia ante un mundo deportivo repleto de intereses, el cual le cerraba puertas que por derecho legítimo había conquistado. Hoy quizás es el boxeador en activo más popular en México, un personaje que recibe reconocimiento a distintas escalas y que provoca el entusiasmo de la gente, con una euforia y entrega que no se veía desde la época de Julio César Chávez en la década de los 90 del siglo pasado.

Ese éxito descomunal se debe en parte a la dirección de un hombre que lo observa desde la discreción de la esquina del cuadrilátero, un hombre recio y frontal: Ignacio Beristáin, reconocido como uno de los mejores entrenadores mexicanos de la historia, el único que forma parte del Salón de la Fama del Boxeo.

Beristáin es polémico. Directo en sus conceptos y demoledor en sus expresiones, una personalidad idónea para moldear jóvenes en una carrera que requiere disciplina espartana y para negociar en un mundo complejo y a veces hostil como es la industria del boxeo.

Pasajes difíciles

Recuerda los lados de sombra, los momentos que Dinamita Márquez tuvo que tragarse a veces con amargura y en otras con cierta paciencia para poder llegar al esplendor de su trayectoria tras el nocaut que propinó a Manny Pacquiao.

Hay mucha gente que tiene envidia porque está generando muchos millones de dólares y no aporta nada para la causa de los organismos de boxeo, que cobran un porcentaje de la bolsa del peleador como sanción, dice de manera genérica, porque afirma que varias organizaciones han querido afectar el ascenso de Márquez.

Un organismo de boxeo en particular –expone Beristáin y evita precisar las siglas– fue el que intentó obstaculizar con mayor énfasis su carrera. Un boicot, lo define el mánager.

–Ese organismo del que usted habla de manera genérica, ¿obstaculizó abiertamente la carrera de Márquez?

–Demasiado. Toda su carrera. Le hicieron una al final, cuando Juan Manuel era el número uno de ese organismo y estaba obligado a pelear contra Érik Morales (campeón del Consejo Mundial de Boxeo) y lo quitaron, le pusieron al número tres y nos dejaron fuera de la jugada –enfatiza Beristáin, pero en cada mirada hacia el pasado se detiene brevemente en el presente, donde Márquez es la figura indiscutible del boxeo mexicano y el peleador que mayores bolsas económicas ha cobrado, según cuenta el mánager.

En sus años de gloria en la década pasada, Terrible Morales fue un peleador muy mediático y popular. Beristáin no cuestiona su calidad –lo incluye entre los cinco mejores de todos los tiempos en México–, pero eso no evita que lo acuse de que fue sobreprotegido tanto por el promotor Fernando Beltrán como por el CMB.

“La misma protección que dan hoy al Canelo Álvarez se la otorgaban al Terrible”, señala.

Ese entorno que califica de hostil contra Márquez alcanzó su punto más alto cuando el propietario de la empresa Top Rank, Bob Arum, les advirtió que Morales no tenía necesidad de exponerse ante un peleador como Juan Manuel.

Nos los dijo textualmente: Érik Morales no tiene ninguna necesidad de correr peligro y contra Juan Manuel corre demasiado, indica el técnico.

La decisión del equipo Beristáin-Márquez fue abandonar la empresa Top Rank, porque protegía excesivamente a Morales. Dejar la empresa más fuerte del boxeo mundial –cuenta el entrenador veracruzano– les valió sufrir ese boicot en el que participaron promotores y organismos. Juan Manuel era campeón de la Federación Internacional de Boxeo y de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Ambos cinturones los perdió en el escritorio de dichas organizaciones. El argumento fue que no los expuso cuando era su obligación, pero detrás hubo desacuerdos contractuales y aquello desembocó en el desconocimiento de tales coronas.

Pelea en Indonesia

El riesgo de quedarse sin actividad los orilló a aceptar una pelea en Indonesia ante Chris John –campeón interino de la AMB–, donde Dinamita se presentó como retador y no como el monarca del orbe que era antes de ser despojado. La suma por la que peleó fue de 35 mil dólares –según cuenta Beristáin–, cifra ridícula para quien hoy gana millones de dólares por cada uno de sus combates.

Todo eso fue para seguir vigentes en el boxeo y que no nos fueran a boicotear, relata Beristáin; fue por 35 mil dólares porque nos agarraron ahorcados.

Cuenta que para aquel combate contra el indonesio Chris John, que se celebró el 4 de marzo de 2006, hubo una subasta para organizar la pelea, en la que participaron varios promotores: Bob Arum –quien estaba resentido por la renuncia de Márquez a su empresa–, Óscar de la Hoya y un representante del gobierno de Indonesia.

“A un amigo mío le di 150 mil 300 dólares para que también pujara; yo no podía hacerme presente por mi condición de manejador y porque tenía que ser alguien con licencia de promotor, y este pendejo necio sólo ofreció 150 mil. ¡Perdimos la subasta por 300 dólares que no puso! –estalla de coraje Beristáin, como si recibiera la noticia en ese momento–. Se retiró De la Hoya, se retiró Bob Arum, se retiraron todos para perjudicarnos y ganó el gobierno de Indonesia. ¡Por 300 dólares!”, brama otra vez.

Ante ese escenario y los riesgos que implicaba ir a pelear a terreno hostil y en condiciones tan adversas, le cruzó por un momento rechazar la contienda ante John, pero las consecuencias podían ser peores. Viajaron a Indonesia y Márquez peleó por 35 mil dólares. Perdió en un combate que Beristáin califica de robo descarado.

Fue un sacrificio que hicimos para no quedar inactivos, porque nos habían quitado los dos títulos que tenía Juan Manuel, se los quitaron los organismos por sinvergüenzas y porque las asociaciones actuales están en las manos de los promotores, acusa.

Después vino otra lucha incansable: enfrentar a la industria Pacquiao; es decir, todo un circuito de intereses comerciales que rodean al filipino. Durante años, Márquez insistió en que Pacman no lo había vencido en los combates que sostuvieron antes del rotundo nocaut de principios de mes.

“Aparte de tener que enfrentar a esa industria, Pacquiao ha sido una presencia sensacional en la vida de Márquez. Juan Manuel y Manny se han necesitado mutuamente porque juntos han alcanzado cifras descomunales de pago por evento y en audiencia. Los dos se han necesitado en sus carreras.”

Rechazan el cetro diamante

Ahora festeja que en el reciente combate entre Pacquiao y Márquez se haya rechazado disputar el cinturón diamante del CMB.

Celebro que no hayan cometido el error (de aceptar la disputa de ese cinto), después de que dilapidaron el nombre de Juan Manuel Márquez, lo criticaron y se pitorrearon porque fue a pelear a Indonesia, reclama.

Por todo lo conseguido hoy, por la lucha cuesta arriba, por el sacrificio y el esfuerzo, por el éxito incuestionable de Dinamita Márquez, Beristáin presume con orgullo que su peleador es uno de los cinco mejores de la historia del boxeo. Jamás lo compara con Julio César Chávez, porque eso le parece una herejía, pero enlista a los que considera los más grandes.

Chávez, Rubén Olivares, Juan Manuel Márquez, Érik Morales y Marco Antonio Barrera, en ese orden, son los mejores del boxeo mexicano, le pese a quien le pese, le pese aun a las cinco o seis personas de este país que no nos quieren, dice el entrenador y se despide contento, como si aún estuviera levantando la mano a Márquez la noche que fulminó a Pacquiao.