Jerarcas católicos llamaron a recuperar el verdadero sentido de la celebración del nacimiento de Cristo e incluso el Vaticano exhortó a rescatar el sentido espiritual de la Navidad que se ha perdido con los intercambios de regalos, fomentados por la mercadotecnia.

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) lamentó que para algunos sea sólo una fecha de intercambio material.

Manuel Corral, secretario de relaciones institucionales, precisó en entrevista que la deshumanización que se vive es tal que las personas se han vuelto objetos, valen por lo que tienen, y eso conlleva a la explotación que se ha hecho de la Navidad: se le ha vuelto mercantilista, y eso es perder su sentido y esencia, que es que Dios se ha hecho uno de nosotros para divinizarnos.

El obispo de la diócesis de Veracruz, Luis Gallardo Martín del Campo, dijo que éste es el año de la fe y esa es una actitud fundamental para celebrar las fiestas religiosas.

A pesar de que la mercadotecnia y la propaganda nos ofrecen un sinfín de ofertas, regalos a precios rebajados, y de que hay cientos de promocionales en todos los medios de comunicación”, estos tiempos deben ser de reflexión y preparación.

Aparte, el obispo de Culiacán, Jonás Guerrero Corona, llamó en un mensaje de Navidad a vivir estas fiestas con auténtico sentido religioso y destacó que más que momento de regalos o de fiestas es un tiempo de reflexión, amor familiar y júbilo. Es una magnífica ocasión para conmemorar el nacimiento de Jesús, el salvador de nuestras vidas.

Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Acapulco, señaló que éste es un “momento especial de gracia y resaltó que el mejor regalo es Jesús. En esta Navidad quiero expresarles que el mejor de todos los regalos que puede recibir cualquier persona es darle a conocer a Jesús y confió en que los obsequios que se intercambien en estas fechas surjan de lo más profundo de nuestros corazones, de forma sencilla y auténtica, mostrando a los demás nuestra alegría de vivir.

El sacerdote Omar Sotelo, director del Centro Católico Multimedial y profesor de comunicación en el Instituto de Comunicación y Filosofía de la Sociedad de San Pablo, criticó que se haya “perdido mucho del sentido auténtico de la Navidad. Se da prioridad al consumismo, lo que importa son las apariencias, y el verdadero sentido, que Cristo renace en el corazón del ser humano, de las familias, se ha dejado de lado; sin embargo, confió en que en esta Navidad México renazca como país, que sea más humano, más justo y se respete la vida de todos los individuos.

Sobre los regalos y la prioridad que se da a éstos, el antropólogo Elio Masferrer, académico de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, señaló que los obsequios generan un sistema de reciprocidad y juegan un papel básico en la construcción de redes extraeconómicas.

Es la base para establecer amistades, de ahí la importancia de los regalos navideños. En cambio, los que se dan en Reyes a los niños tiene un sentido diferente, ya que son para reafirmar parentescos. Por esto la fiesta de Navidad ha ido ganando terreno sobre la de Reyes.

Masferrer destacó que la teoría de dones fue desarrollada por el francés Marcel Mauss, destacado historiador de las religiones. Según ésta los regalos forman parte de un sistema estructurado de dones: alguien que da un regalo espera recibir algo a cambio, espera reciprocidad.

Existen diversas teorías sobre el origen del intercambio de regalos en Navidad; algunas la relacionan con los obsequios que habrían hecho los Reyes Magos a Jesús; otras se remontan a una fiesta romana dedicada al dios Saturno. La práctica se popularizó cuando se introdujo la figura de Santa Claus en la festividad, la cual está inspirada en san Nicolás.