Nueva Delhi, 23 de diciembre. Un muerto, 30 heridos y unos 40 detenidos fue el saldo de una nueva protesta en Nueva Delhi, que formó parte de la ola de manifestaciones organizadas desde que la semana pasada una joven fue víctima de una violación en grupo. El gobierno indio intentó, sin éxito, evitar las concentraciones masivas al prohibir las reuniones de más de cinco personas en la capital del país.

Durante la concentración de este domingo, la policía, que portaba equipo antidisturbios, empleó gases lacrimógenos y porras para impedir que la multitud marchara hacia el palacio presidencial, como hicieron el día anterior cuando se registraron enfrentamientos, en los cuales, según los medios, más de dos docenas de manifestantes resultaron heridos.

Fuentes médicas informaron que la víctima del ataque de la semana pasada, una joven de 23 años que fue golpeada, violada durante casi una hora y arroja- da desde un autobús en marcha en Nueva Delhi, aún estaba grave y con respiración asistida, pero respondía al tratamiento.

Nueva Delhi tiene el mayor índice de delitos sexuales de todas las grandes ciudades indias, con una denuncia por violación cada 18 horas en promedio, según la policía.

La mayoría de las agresiones sexuales no son denunciadas ni registradas, pero la brutalidad del ataque de la semana pasada provocó las mayores protestas en la capital desde las manifestaciones contra la corrupción de mediados de 2011, que sacudieron el gobierno del primer ministro, Manmohan Singh.

Los manifestantes, en su mayoría universitarios, amas de casa e incluso niños, exigieron que las autoridades tomen medidas para asegurar la integridad de las mujeres y que se aplique la pena de muerte a los autores.

Las autoridades cerraron varias estaciones de Metro y algunas carreteras para impedir la acumulación de manifestantes. Sin embargo, a primera hora de la tarde más de dos mil personas estaban concentradas en el monumento Puerta de la India (que suele ser un lugar festivo en domingo), según la policía desplegada en el lugar. En el lugar, se produjeron escaramuzas cerca de edificios oficiales, donde los jóvenes gritaban ¡Abajo con la policía de Delhi! y lanzaban botellas contra las fuerzas armadas que los cercaban.

Ante la presión popular, Sonia Gandhi, jefa del gobernante Partido del Congreso, salió de su casa pasada la medianoche para dialogar con los manifestantes. Este domingo volvió a reunirse con los inconformes, acompañada de su hijo, Rahul Gandhi, considerado un futuro primer ministro.

Nos prometió justicia, dijo uno de los estudiantes que se reunió con ellos; sin embargo, algunos manifestantes gritaban ¡abajo con Sonia Gandhi!.

Desde la violación de la semana pasada, las autoridades prometieron más patrullas para asegurar la protección de mujeres que vuelven del trabajo y de distritos de ocio, la instalación de localizadores satelitales en vehículos de transporte público, más autobuses nocturnos y tribunales ágiles para lograr veredictos rápidos en casos de violación y agresión sexual.