Realiza el Centro de Investigación de la Cámara de Diputados dicho análisis
Los datos resultan de la política de deslizamiento
mensual en los costos de los combustibles
Domingo 23 de diciembre de 2012, p. 15
Si el gobierno federal mantiene la política de deslizamiento
mensual en el precio de la gasolina Premium, al cierre del año 2013 el costo del hidrocarburo será de 12.15 pesos por litro, es decir, 78 centavos más caro que lo observado al cierre de 2012
.
El Centro de Investigación y Análisis de la Cámara de Diputados elaboró un estudio sobre los precios y los subsidios a las gasolinas y el diésel en México, entre los años 2007 y 2012.
También destaca que si la determinación oficial en torno al precio de la gasolina Magna se mantiene a ese ritmo, el costo será de 11.89 pesos por litro. Mientras que por el diésel los usuarios deberán pagar 12.25 pesos.
El encarecimiento de los precios de los carburantes en nuestro país –refiere el estudio– incide directamente en el poder de compra de los salarios de los trabajadores. Por citar un caso: si el propietario de un vehículo decide comprar 40 litros de gasolina o diésel su gasto se incrementa de la siguiente manera:
Por la gasolina Premium, en el año 2007 se pagaba 232.40 pesos; en diciembre de 2012 se gastaba 454.80 pesos, 122 pesos con 40 centavos más respecto a 2007.
Para la gasolina Magna, en el año 2007 se pagaba 270 pesos, a la fecha gasta 432,162 pesos más que cinco años antes. Y para el diésel en el año 2007 pagaba 229 pesos, en diciembre de 2012 gastó 446.80 pesos, es decir, 214 más que hace cinco años.
Si la medición se lleva a cabo considerando el salario medio de cotización del IMSS el (que cotiza a la población de ingresos medios y altos) inferimos que el aumento de este salario cubre 40 por ciento del incremento del gasto por consumo de la gasolina Premium; 30 por ciento de la gasolina Magna, y 23 por ciento del consumo de diésel. Como podemos observar, los incrementos salariales en nuestro país únicamente cubren una parte del aumento de los precios de las gasolinas y el diésel, como consecuencia, el alza de los costos de otros bienes y servicios ya no pueden ser cubiertos por el incremento salarial, porque todo se destina a cubrir el encarecimiento de estos petrolíferos, lo que se traduce en una pérdida acumulada del poder de compra.
A partir de enero de 2008 los deslizamientos
en los costos del combustible se explican por la entrada en vigor de las cuotas a las ventas finales de las gasolinas y del diésel, aprobadas por el Congreso de la Unión a iniciativa del Ejecutivo federal, y por la política de deslizamiento
de los precios internos para igualarlos con algunos externos, a los que les ha dado seguimiento la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Por el contrario, los precios de las gasolinas y el diésel en Estados Unidos están correlacionados con la evolución del mercado internacional de los hidrocarburos; contrario a lo que ocurre en México, donde su tendencia es totalmente independiente.
Durante el periodo 2007-2012 la tendencia de los precios de las gasolinas y el diésel en Estados Unidos fue similar al del mercado de los hidrocarburos, donde se presentaron tres etapas perfectamente definidas.
La primera se ubica entre enero de 2007 y julio de 2008, cuando los precios se incrementaron hasta alcanzar su máximo histórico durante el periodo objeto de análisis. En esa etapa la Premium pasó de 61 centavos a un dólar con 10 centavos por litro; la Magna de 56 centavos a un dólar con 4 centavos por litro, y el diésel de 64 centavos a 1.24 dólares por litro.
La segunda se ubica entre agosto y diciembre de 2008, cuando los precios de las gasolinas y el diésel descendieron hasta alcanzar un mínimo histórico durante el periodo objeto de análisis. En esa etapa la Premium pasó de 1.3 dólares a 49 centavos de dólar por litro, la Magna de 96 centavos a 42 centavos de dólar por litro, y el diésel de 1.12 dólares a 66 centavos por litro.
Y la tercera, entre enero de 2009 y diciembre de 2012, cuando los precios de las gasolinas y el diesel repuntaron, aunque no han alcanzado el nivel máximo de 2008. En este periodo la Premium pasó de 51 a 91 centavos de dólar por litro, la Magna de 44 a 83 centavos, y el diesel de 59 centavos a 1.3 dólares por litro.
“Dado este análisis, se concluye que por el esquema empleado en México y en Estados Unidos, el consumidor estadunidense al estar sometido a un modelo flexible, se puede beneficiar de periodos de abaratamiento medido en dólares por litro, cuando el precio de los hidrocarburos disminuye, y viceversa.
Por el contrario, en México, con su sistema rígido de precios, los consumidores se enfrentan a incrementos o congelamientos en moneda nacional en los precios de los carburantes, aún cuando descienda el precio internacional de los hidrocarburos”.